El West Ham estaba dispuesto a tirar la casa por la ventana para hacerse con el fichaje de James Rodríguez. El conjunto inglés había puesto sobre la mesa una oferta cercana a los 100 millones de euros para hacerse con el mediapunta del Real Madrid tras vender en este mercado invernal a su estrella Dimitri Payet a la liga francesa por 30 millones.
El jugador colombiano, aunque se ha mostrado muy agradecido con el interés inglés, ha rechazado la oferta porque no tiene intención de salirse de la élite europea y sabe que salirse de los equipos de la Champions League le harían perder mucho dinero en contratos publicitarios y sería un durísimo palo para su carrera por lo que espera enderezar su situación en el Real Madrid o al menos salir camino de un equipo con opciones de conquistar todos los títulos.