Aquí se ha sostenido que el modelo de política exterior norteamericana defendida por Barack Obama está basado en el principio de respeto a la legalidad constitucional e internacional. En mi opinión ese modelo es el que se quiere aplicar en el Sahara Occidental. Un artículo de Antonio Caño ilustra sobre la aplicación de ese modelo por USA en la crisis de Honduras.

He defendido que el presidente Barack Obama pretende articular su política exterior (e interior) sobre el respeto del Derecho Constitucional e Internacional.
En un artículo publicado en ABC (17-VII-2009) y reproducido aquí, dije esto:

Obama llegó a la presidencia para aminorar las tensiones y acabar con los abusos de la última etapa de Bush. Su propuesta es apostar por la legalidad internacional y constitucional como medio de solución de los conflictos. El Sahara Occidental, un conflicto menor para EE.UU., se convierte así en la piedra de toque de una política exterior basada en este modelo.

Mi tesis provocó pretendidas respuestas de gente que apelaba a supuestas evidencias que nadie ve y a imaginados realismos que no existen en la realidad.

Ahora, leo en El País (1-VIII-2009), un buen artículo de Antonio Caño donde se alude al enfoque que la Administración Obama ha dado a la crisis de Honduras:

Estados Unidos ha encontrado en ese plan [el plan de Óscar Arias para solucionar la crisis hondureña] el pivote de una política -¡por primera vez en décadas en América Latina!- muy inteligente: defender sus intereses y minar los de rival, con respeto a la ley y apoyo internacional.

No sé si este enfoque, interesantísimo, se va a consolidar. Lo que sigo teniendo claro, tal y como dijeen una entrevista al diario Liberté (el diario francófono más vendido en Argelia) 27-VII-2009 es que:

La credibilidad de los americanos en estos asuntos está ligada al respeto del Derecho Internacional, porque éste proporciona una legitimidad a su política que es muy necesaria después de la pérdida de legitimidad provocada, en estos últimos años, por la presidencia de Bush. Está muy claro que una gran potencia no puede bastarse sólo con la fuerza. La legitimidad es tan importante como la fuerza. Obama quiere re-legitimar la política exterior de los Estados Unidos.

Y es que el Derecho forma parte de la realidad.
Cualquier profesor debiera saberlo.