(PD).- Ford ha confirmado las peores previsiones y ha cerrado en 2008 el peor año de su historia, ligada a la evolución del automóvil y todo un símbolo en la industria de Estados Unidos.
El desplome de las ventas de hasta un 17,5% durante el pasado año y la restricción del crédito han hecho mella en las cuentas del fabricante, que ha perdido 14.571 millones de dólares (11.000 millones de euros) en este periodo. A pesar de este desastroso balance, ha asegurado que no necesita fondos públicos para mantener sus operaciones, por lo que renuncia a las ayudas que ya han recibido sus competidores más directos en EEUU.
En un contexto de caída de la producción industrial en todo el país, el resultado anual del gigante de la automoción se ha visto condicionado por la desastrosa evolución del cuarto trimestre de 2008, ya que en sólo tres meses ha tenido que hacer frente a unos números rojos de 5.875 millones de dólares (4.500 millones de euros) que ya por sí solos duplican las pérdidas de todo 2007, que fueron de 2.723 millones de dólares.
Para hacer frente a las incertidumbres del panorama económico, la compañía afirma que a 31 de diciembre del 2008 tenía una liquidez de 24.000 millones de dólares (18.300 millones en euros) y que añadirá otros 10.100 millones de dólares (7.600 millones en euros) en el primer trimestre del 2009. Este capital, según el presidente y consejero delegado del grupo, Alan Mulally, servirá para tomar «las acciones decisivas necesarias» para reducir la producción de vehículos y equilibrarla con la demanda a lo largo de 2009″. De hecho, el jefe financiero de la compañía, Lewis Boot, considera que se podrá ver «cierta mejora en la segunda mitad del año».
En este sentido, Mulally ha anunciado medidas para reducir costes con el objetivo de «reducir de forma significativa el flujo de caja operativo negativo en el 2009 y preparar a Ford para el crecimiento cuando la economía se recupere». Así, a modo de conclusión, la empresa sostiene que, «de acuerdo a las actuales suposiciones de planteamiento, tiene suficiente liquidez para financiar su plan empresarial e inversiones en productos». Ford también ha confirmado que «no necesita un préstamos puente del Gobierno de Estados Unidos, a menos que ocurra un bajón económico aún más profundo o un evento significativo en el sector, como la quiebra de uno de nuestros principales rivales».
Crisis en todo el sector
En el conjunto del 2008 Ford tuvo unos ingresos de 139.300 millones de dólares (34.600 menos que en el 2007) y vendió en todo el mundo 5.404.000 vehículos, 1.149.000 menos que en el año anterior. En el último trimestre del año, los ingresos fueron 29.200 millones de dólares (16.300 menos que en el mismo periodo del 2007) tras la venta de 1.138.000 vehículos (505.000 menos que en el 2007). Para el 2009, Ford prevé que el sector venda entre 11,5 y 12,5 millones de vehículos nuevos en Estados Unidos y entre 12,5 y 13,5 millones en Europa.
Frente a Ford, los otros dos fabricantes que completan el trío de gigantes estadounidenses, General Motors y Chrysler, sí han recurrido a las ayudas lanzadas desde Washington para hacer frente a la crisis por un valor conjunto de 13.400 millones de dólares (10.700 millones de euros). Además, los dos han eliminado sus respectivas filiales financieras y han puesto sobre la mesa la necesidad de recortar plantilla.