Manzanas y bananas son las dos opciones menos onerosas para el consumidor

Los dos alternativas de frutas económicas ante la brutal subida de precios de las sandías y los melones

Cerezas o picotas, fresquillas y paraguayas también cuentan con el beneplácito de la OCU

Los dos alternativas de frutas económicas ante la brutal subida de precios de las sandías y los melones
Sandía PD

La gran subida de los precios ha dado lugar a que tengamos que buscar otras opciones de productos más ecológicos en nuestras compras, aunque eso suponga comer menos saludable.

En lo que llevamos de año, hemos conseguido superar una pandemia, una huelga de transportes, una erupción volcánica, terribles condiciones meteorológicas, y ahora, por si fuera poco, un momento histórico inflacionista. Fue en abril de 2022 cuando el INE informó de que el IPC alcanzó su pico más alto. Subió un 8,7%, cuatro décimas más que el dato registrado en abril y tres por encima de las previsiones.

Y, por si fuera poco, el porcentaje sigue ascendiendo. El coste de los productos es tan elevado que son muchos los que se están replanteando cambiar sus opciones de compra con el propósito de gastar menos.

Además, una encuesta realizada por la Agencia EFE afirma que uno de cada cinco compradores han dejado de comprar determinados alimentos, como carne, pescado, frutas o verduras. Desde la OCU recomiendan lo siguiente:

«Comprar ajustando el consumo a nuestras necesidades, tratando de conservarla en nevera una vez abierta. Ahora más que nunca no conviene desperdiciar nada de nada».

Alternativas a la fruta de verano: sandía y melón

Los productos que han alcanzado sus cifras más altas han sido las frutas, sobre todo, las de verano, como son las sandías y los melones. Por ese motivo, las alternativas a estas frutas pueden ser otras, aunque no sean exclusivas de la temporada de verano, como las bananas o las manzanas. Según afirma la OCU:

«La sandia y el melón siempre han sido las más baratas del verano. Ahora toca optar por los sustitutos como cerezas o picotas, fresquillas y paraguayas que suelen ser más caros pero que casi igualan costes en un momento en que hasta los plátanos están por las nubes»

A pesar de estas malas noticias de la inflación, hay algo bueno, y es que, a pesar de que el precio siga subiendo, el coste de la fruta ha descendido en este mes de junio. Varios agricultores reconocen que los precios de la fruta han sido poco accesibles para el consumidor. Sin embargo, la COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) afirman que la producción en junio está siendo buena y que, por lo tanto, debería bajar el precio.

Por ejemplo, en mayo un agricultor cobraba la sandía a 85 céntimos el kilo, como consecuencia del aumento de costes, mientras que ahora está cobrándola a 18 céntimos.

Con las frutas de hueso también está ocurriendo algo similar. En Cataluña calculan que han perdido casi el 70% del potencial productivo de melocotones y nectarinas por culpa del cambio climático. En Aragón se observó que la producción del albaricoque descendió un 90%.

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