El segmento E de las berlinas ejecutivas tiene entre sus modelos más representativos al BMW Serie 5. Junto al Mercedes Clase E, el rival de la marca de Múnich nació en el año 1972 y desde entonces se ha posicionado como uno de los coches más distintivos y exclusivos del fabricante. Seis generaciones y 6,5 millones de unidades vendidas después, la generación actual, que lleva a la venta desde 2011, ha batido récords de ventas.
Con código interno F10, el actual BMW Serie 5 lleva más de un lustro a la venta, con lo que debe someterse a una renovación inminente, y más teniendo en cuenta que el nuevo Clase E acaba de presentarse. Aunque desde BMW parece que no tienen mucha prisa, respaldados por las ventas de esta generación: en seis años se han vendido más de dos millones de vehículos.
Comparado con su predecesor, el Serie 5 actual ha aumentado sus ventas en un 42%, un éxito que la marca ha ido apuntalando año a año con mejoras en su equipamiento y nuevos motores más eficientes y potentes que van desde los cuatro cilindros de las versiones de acceso, que son todo eficiencia, hasta los ocho cilindros de la espectacular versión M, que es un dechado de deportividad con sus 560CV.
Sólo el pasado año, BMW entregó más de 347.000 unidades del Serie 5 en todo el mundo. Uno de sus secretos es que cuenta con tres carrocerías, una para cada tipo de usuario: la Sedan para los más tradicionales, la Touring para los clientes más activos y la Gran Turismo para los inconformistas. Y no será porque la competencia es poca y no esté bien preparada, desde el Audi A6 o el Jaguar XF, modelos con nombre, imagen y tecnología a la altura, hasta generalistas con ínfulas premium como el Ford Mondeo o el Volkswagen Passat, los adversarios son cada vez más variados para el modelo de Stuttgart.
