El catedrático de Economía, Santiago Niño Becerra, no cree que la economía española vaya a mejor, pero tampoco a peor.
Según el profesor de la Universidad Ramon Llull, España se está instalando en una situación de estancamiento, con un crecimiento anémico y un paro inabsorbible, que se convertirá en estructural.
En un artículo publicado en L’Econòmic, Niño Becerra se basa en las predicciones del FMI sobre España para el periodo 2014-2019 para hacer las anteriores afirmaciones.
Según él, el Fondo Monetario Internacional, en 2014, se ha corregido y ahora piensa que en el citado período la economía crecerá un 1,08%, en lugar del 1,34% de aumento que pronosticaba en 2013.
En cuanto al paro, estima que en 2018 se situará en el 22,6%, por la cifra del 22,9% que ofrecía hace un año.
«España se está instalando en una situación de estancamiento en la parte de abajo con un crecimiento anémico, una tasa de paro que se convertirá en estructural, es decir, en inabsorbible, y una inflación casi nula».
Niño Becerra cree que ese estancamiento de la economía española no afectará por igual a toda la población y que mientras que el 30% de los españoles se dirige hacia la exclusión, un 9,99% formará parte de un grupo «sólido, profesional, necesario y generador de alto valor», mientras que el resto de la gente oscilará entre contratos temporales, a tiempo parcial, fijos e indefinidos pero inseguros.
El economista insiste en pronosticar días de «precariedad, incertidumbre, abundante subocupación y una cantidad enorme de deuda».
«Lo de que España vaya a mejor no es más que una percepción, detrás de la cual no hay más que una economía que debe lo que no puede pagar, que no recauda lo que necesita y que se estanca en un crecimiento insuficiente».
