Nicolás Correa registró unas pérdidas de 2,46 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que supone multiplicar por más de dos los ‘números rojos’ del mismo periodo del ejercicio anterior, según ha informado este lunes la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La firma ha explicado que su cuenta de resultados se ha visto «muy condicionada» por el proceso de concentración de actividad en la planta de Burgos con el cierre de la planta de Icíar, que ha supuesto un importe de 2,1 millones de euros en liquidaciones al personal de dicha planta, que optó mayoritariamente por una salida indemnizada. Este proceso concluyó con acuerdo con los trabajadores y la totalidad del coste del mismo está contabilizado en este primer trimestre. Asimismo, la cifra de negocios consolidada alcanzó los 10 millones de euros entre enero y marzo de este año, frente a los 11 millones de euros del primer trimestre del 2016. Al igual que ocurrió el año pasado, según ha explicado la firma, el volumen de facturación de este primer trimestre no se corresponde linealmente con lo que debería ser el 25% de la facturación anual. La captación de pedidos, incluidos los pedidos intragrupo, ha pasado de una cifra de 17,4 millones de euros durante el primer trimestre del 2016 a 14,5 millones de euros en el mismo trimestre del año 2017, que situaba a la compañía a 31 de marzo de este año con una cartera de pedidos del grupo de 23,3 millones de euros, frente a una cartera de 28,3 millones de euros en la misma fecha del año 2016.
