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La agencia de calificación Standard & Poor’s ha decidido rebajar el rating a largo y corto plazo de once bancos españoles, entre los que se encuentran Santander y BBVA, mientras que otras cinco entidades han sido colocadas en perspectiva negativa.
El recorte de la calificación de la deuda soberana española ha sido determinante.
«Tiene implicaciones negativas directas sobre los bancos», indica S&P en su informe.
La semana pasada, la agencia de calificación rebajara la pasada semana en dos escalones el la calificación de España desde ‘A‘ a ‘BBB+’ al entender que existen «riesgos significativos con respecto al crecimiento económico y a la ejecución presupuestaria», algo que podría repercutir negativamente en la calidad crediticia de España.
Como consecuencia, las principales entidades del país se han visto afectadas.
Para empezar, Santander y su filial Banesto han visto recortada su calificación hasta ‘A-/A-2’ desde la anterior ‘A+/A-1’, con lo que se queda a un escalón del rating de la deuda soberana.
También se ha visto afectada por el recorte la subsidiaria Santander Consumer Finance hasta ‘BBB+/A-2’, mientras que en el caso de Banco Santander Totta ha confirmado el rating en ‘BB/B’.
Por su parte, a BBVA le asigna una nota de ‘BBB+/A-2’ desde ‘A/A-1’. Para todas ellas, la perspectiva es negativa.
Además de BBVA y Santander, se suma Sabadell, que pasa de ‘BBB-/A-3’ hasta ‘BB+/B’ con perpectiva negativa, «donde está situada desde el 8 de diciembre de 2011», recuerda la agencia.
También Bankinter, para el que el recortees de un escalón, hasta ‘BBB-/A-3’, también con perspectiva negativa.
Un peldaño también es la rebaja asignada para Ibercaja, Kutxabank, Barclays Bank y Banca Cívica, que se sitúa en ‘BB+’, el nivel considerado como bono basura. La CECA también ha recibido el recorte.
En el caso de Caixabank, la Caixa, Bankia, BFA y Popular, S&P coloca sus calificaciones en perspectiva negativa, pero mantiene las notas tanto a corto como a largo plazo.
Tras esta acción, la agencia indica que proseguirá con el análisis del sector bancario español y prevé concluir a finales de mayo la revisión acerca de las posibles «implicaciones adicionales de la rebaja de calificación soberana por los riesgos económicos e industriales».
En este sentido, aclara que cualquier nueva rebaja de rating que pueda producirse «se limitará a uno o dos escalones».
«Los factores que explican la disminución de las calificaciones soberanas de España a largo y corto plazo podrían tener un impacto en nuestra percepción del riesgo económico e industrial que afectan al sistema bancario español».