El Tocadiscos de Biegler

Pablo G. Vázquez

Relato crudo de una dialéctica macabra

Relato crudo de una dialéctica macabra

Imaginemos que una noche llegamos a nuestra casa y todo el rellano se encuentra repleto de gente (70-80 personas) de tal manera que no permiten ni entrar en la casa ni que nadie pueda salir de ella. No hacen nada, únicamente se limitan a estar de pie o sentados. Les pedimos amablemente que nos dejen pasar, a lo que no solamente no acceden sino que nos dicen que únicamente cederán a nuestras peticiones a cambio de un importante y elevado pago de dinero en metálico, puesto que entienden que a nosotros la vida nos ha ido mucho mejor que a ellos y que la justicia se ha de imponer. Curiosamente cada 4 horas se produce relevo de la gente, de tal suerte que el rellano se encuentra tomado las 24 hras del día los 7 días de la semana.

Denunciada la situación, justo cuando está a punto de llegar la Policía, llegan refuerzos vecinales (3000 personas) que taponan ya no el portal, sino toda la calle. Cuando las FFCCSSE se preparan para proceder a las cargas oportunas, la muchedumbre sitúa en las primeras filas a niños pequeños, mujeres embarazadas, ancianos e incluso mascotas de compañía. Ante tal panorama, la policía no puede hacer nada y se retira.

Lo vecinos del barrio, hartos de la situación y la incomodidad, se dirigen a nosotros diciendo que por favor, dialoguemos con la muchedumbre, que este conflicto se ha de terminar, y que la paz y la vecindad son los objetivos a remarcar.

Que vivimos en un Estado avanzado y una democracia moderna, y que los conflictos sociales se han de solucionar interlocutando entre personas, no judicializando los asuntos, porque de lo contrario, el problema no solamente se agravará si no que puede irse de las manos, literalmente.

La muchedumbre está dispuesta a ceder, y en vez de mantener su petición económica inicial rebaja ésta en un interesante diez por ciento, manteniendo la exigencia del restante noventa por ciento.

Los medios de comunicación, los vecinos de otras ciudades y políticos diversos presionan para que aceptemos, en pro de la buena convivencia. Gentes y grupos extranjeros se unen al llamamiento denunciando que a nuestra familia hace dos siglos le fue muy bien a costa de otros y que es una deuda histórica que ha de ser oportunamente resarcida puesto que los tiempos y las sociedades ya han cambiado…

Creen que esto es algo ficticio???????.

Miren lo que está pasando HOY en Cataluña.

(Siento el lenguaje utilizado pero creo que era el adecuado)

A cuidarse, meus.

PGV.

 

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Pablo G. Vázquez

Analista Investigador Derecho / Sociedad / Política / Economía

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