Es una reinterpretación de la botella de Chivas 18 en una pieza exclusiva. Para su diseño, un prestigioso interiorista se ha inspirado en el trofeo que se entrega a los vencedores masculinos en Wimbledon. El interiorista es Tomás Alía que ha diseñado esta pieza única que se inspira en uno de los trofeos más codiciados: el que se entrega al tenista ganador de Wimbledon, el torneo más antiguo del mundo.
Se trata de una copa de plata tallada con dos asas, de diseño clásico y cuyo diseño no ha cambiado desde 1887. El interiorista Tomás Alía ha reinterpretado esta joya transformándola en una brillante carcasa para que cubra solemnemente la botella de Chivas 18. Tallada a mano con una trama contemporánea de símbolos que evocan al tenis y a sus ganadores (pelotas, raquetas y hojas de laurel), esta exclusiva pieza se ha trazado al láser. Una obra que aúna clasicismo y vanguardia, firmada por uno de los arquitectos españoles de interiores con más prestigio.