Tras ingerir ayer en Valencia un delicioso fartó, bollo del país idealmente mojado en horchata autóctona, recordé la famosa frase que dirige al muerto «al hoyo» y al afortunado superviviente a los placeres de la vida, en este caso el bollo.
(Encontré bella Valencia ayer. Me impactó el Chinatown local -quizá debiera decirse Che-inatown– en torno a la Estación del Norte. Vaya joya el claustro del Carme. Me quedé con ganas de patearme toda la ciudad).
http://www.viuvalencia.com/articulo/fartons___/523937646