Problemas con la herencia de la más grande

Hasta la fecha las últimas voluntades de la Jurado no se han cumplido. Ella estipuló el reparto y aún no se ha producido. Su hermano y representante Amador Mohedano aún no ha recibido ni un euro de las naves que le legó a él y a su hijo, y cuyas rentas sigue percibiendo la sociedad que Rocío tenía, y en la que figura como administradora su hija, Rocío Carrasco. La casa de La Moraleja sigue sin venderse y las necesidades económicas no son igual de acuciantes en todos los familiares.

La última vez que se vieron fue en el funeral de doña Juana y no se habló del reparto.
En el caso de Amador la necesidad ya es hasta agobiante, dado que como únicamente trabajaba con su hermana Rocío lleva mucho tiempo sin generar ingresos, y de ahí que esas naves sean su tabla de salvación para salir adelante, tal y como también pensó Rocío Jurado cuando decidió dejárselas en herencia en agradecimiento a todo el tiempo que habían pasado juntos, según cuenta Beatriz Cortázar.

La albacea de la Jurado puso sobre la mesa los terminos legales, por los cuales tuvieron que ajustarse terminos económicos, por ejemplo la finca de Los Naranjos que ellas dejó, porque lo quería así, a sus hermanos Amador y Gloria, mitad para cada uno, tuvo que venderse para liquidar “un pico” que le correspondía a la heredera universal Rocío Carrasco.

Eso es lo que no entiende nadie, que de haberlo querido Rocío Carrasco ya estaría todo en regla, pues le corresponde el grueso de la fortuna y de los bienes, y le hubiera bastado ser un poco generosa y cumplir además los deseos de su madre.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído