Unos correos de Urdangarín sobre su vida personal, veían la luz a través de Diego Torres. Poco a poco, fue creando su propia caja de Pandora, donde el exsocio de Iñaki iba dosificando a su antojo.
Un proceso que quizá podría estar más que presentado todo, se ha ido dilapidando en el tiempo al antojo de Torres. Dolido y en contra de que su mujer no corriera la misma suerte que la Infanta Cristina, y fuera imputada, parece que fue creando su particular venganza.
El que fuera amigo del Duque de Palma ha ido creando capítulo a capítulo una historia que parece que no tiene fin, aunque ha declarado que en la actualidad no tiene ningún correo y que nunca ha tenido intención de publicarlos.
Previa a esta declaración que llegaría justo el día del juicio, Iñaki Urdangarín decidió que para instruir la causa no era necesario correos que fueran de tipo personal. Por informar, siete medios se vieron implicados en un juicio en el que solo se les pedía un euro como contraprestación el pasado 16 de julio de 2013.
Después de tanto tiempo los que fueron socios se veían las caras. La magistrada del Juzgado de Primera Instancia 46 de Barcelona ha levantado la prohibición a los medios de comunicación de difundir los correos electrónicos de Iñaki Urdangarín por los que el Duque interpuso una demanda por vulneración de su derecho a la intimidad.
La juez considera que «no se han concretado suficientemente las razones por las que debe limitarse el derecho de información a estos medios y no a otros y por ello estima que la medida solicitada en relación con los medios de comunicación demandados es incierta e ineficaz por cuanto no garantiza que los correos íntimos no se difundan».
En el auto, la magistrada estima el recurso presentado por las empresas de comunicación demandadas por Urdangarín oponiéndose a las medidas cautelares exigidas, y se levanta la prohibición de difundir los mails, aunque no para el exsocio de Urdangarin, Diego Torres.
Pero por si a Torres se le pasara por la cabeza filtrarlos a los medios en la sentencia se dice:
«…pese a que ha declarado (Diego Torres) que en la actualidad no tiene ningún correo y que nunca ha tenido intención de publicarlos, es evidente que dispone de los mismos. Y habida cuenta que, a criterio de esta juzgadora, ha quedado acreditario y es notorio por todo cuanto ha acontecido en la instrucción antes citada que puede acceder a los mismos y en prevención de que pudiera decidir filtrarlos a cualquier medio de comunicación y con ello frustrar la protección de la intimidad que se peticiona en la demanda principal, no procede alzar la medida frente a este codemandado».
Algunos de los contenidos de los correos más privados están en circulación desde hace tiempo, schisss… Levantada la prohibición, ¿levantada la veda? ¿Qué correos de Urdangarín verán la luz?