Ha fallecido en Madrid a la edad de 93 años

Muere el general Armada, uno de los artífices del golpe del 23-F

El exmilitar fue condenado a 30 años de cárcel por su implicación en el golpe de Estado de 1981

El exgeneral del Ejército Alfonso Armada ha fallecido este 1 de diciembre de 2013 en Madrid a los 93 años.

Según ha confirmado la familia, Armada, condenado por su participación en el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, será enterrado en el cementerio de San Isidro de la capital española, ciudad de nacimiento, el próximo martes 3 de diciembre, a la una de la tarde.

Armada fue sentenciado el 22 de abril de 1983 a 30 años de cárcel y pérdida de empleo por su papel en la asonada ejecutada en el Congreso de los Diputados por el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero.

El exgeneral cumplió más de cinco años de prisión. El 24 de diciembre de 1988, el Gobierno indultó a Armada por motivos de salud y su acatamiento a la Constitución española.

El exgeneral de División del Ejército de Tierra ocupó durante más de 15 años la Secretaría del Príncipe primero y después del Rey. Antes del intento de golpe de Estado, Armada desempeñaba el cargo de segundo jefe del Estado Mayor del Ejército.

Diplomado de Estado Mayor en la Escuela de Guerra de París, ingresó en el Ejército en 1937 y participó en la Guerra Civil española en los frentes de Madrid, Andalucía, Guadalajara, Teruel y Valencia, como alférez provisional.

Acabada la Contienda, Armada formó parte, con el grado de capitán, en la División Española de Voluntarios en Rusia, con la que pasó 18 meses en Leningrado, donde coincidió con Milans del Bosch, otro de los implicados en el 23-F.

En una entrevista concedida a ‘El País’ para el 30º aniversario del golpe, el exgeneral afirmaba:

«Yo no conocía a los golpistas, a ninguno de ellos; yo no soy uno de los nombres famosos de aquella historia. ¡Se han contado tantas mentiras de mí! Lo que hice fue informar el 13 de febrero de lo que iba a pasar al general Gutiérrez Mellado, que no me hizo caso».

«Luego, ese día me limité a obedecer en todo al general Gabeiras. Estuve toda la noche con él, sin despegarme, y obedeciendo su iniciativa fui a ver a Tejero y le ofrecí un avión para salir de España, y firmé el que se ha llamado pacto del capó. Todo eso de que iba a ser presidente del Gobierno es ridículo».

Con estas palabras, Armada rechazaba que él fuera el elefante blanco del 23-F, el hombre que esperaba Tejero acuartelado en el interior del hemiciclo para que ocupara la jefatura de Gobierno en caso de prosperar el golpe.

El exgeneral estaba casado y tenía 10 hijos. Desde su salida de prisión compartió su vida entre Madrid y Santa Cruz de Rivadulla, a pocos kilómetros de Santiago de Compostela.

 

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