Que las comparaciones son odiosas, es un hecho indiscutible; pero que, quien la sigue, la consigue, es una lección que nos recuerda la vida a menudo. Por eso, renunciar a alcanzar nuestras metas sería un absoluto error, del mismo modo que lo sería no aspirar a mejorar e, incluso, lograr que ciertas partes de nuestro cuerpo guarden similitudes con las de famosos deseados alrededor del globo terráqueo.
De entre los rasgos faciales más codiciados, siempre ha despuntado la línea de la mandíbula muy marcada y definida. En concreto, son los hombres quienes desean tener esta zona especialmente pronunciada, puesto que denota mayor virilidad y masculinidad, a lo cual se añade el dato de que los hombres con mandíbula cuadrada resultan más atractivos al público femenino. El periódico AS afirma que «el ángulo de tu cara determina tu atractivo sexual» y no le falta razón; de hecho, en La Gaceta concluyeron -hace ya un tiempo- que Brad Pitt es «el hombre más deseado por las mujeres» y uno de los motivos es su sensual mandíbula.
Para hacer este área más prominente existen diferentes métodos que van desde algunos tan sencillos como la ejercitación facial -sonreír, masajear la sien o practicar levantamientos de barbilla resulta muy útil-, la pérdida de peso, beber más agua -mejora la circulación del rostro-, consumir menos cantidad de sal en las comidas, dormir más horas o el make-up, hasta otros más complejos como la infiltración antigrasa (belkyra), la liposupción sin cirugía (coolsculpting), con láser o el Volux. Todo depende de nuestra meta y del dinero que queramos invertir.
