Desde que Netflix lanzara ‘Élite’ en 2018, Ester Expósito comenzó a despertar el interés del público, tanto por el personaje que encarna en la ficción, como por su auténtica identidad. Madrileña visceral y de nacimiento, actriz por vocación y rastreadora infatigable de oportunidades en el séptimo arte, es la española más seguida de Instagram y hoy se despide de forma oficial y definitiva de su título de marquesa y de Las Encinas, escuela que tampoco volverán a pisar Danna Paola (Lu), Jorge López (Valerio), Mina El Hammani (Nadia) y Álvaro Rico (Polo).
Hoy, 20 de mayo de 2020, Expósito agradece «el viaje y el tiempo» que Netflix y su audiencia han dedicado «a hacer maravillas» como esta producción; una producción que le ha cambiado irremediablemente la vida y le ha permitido recoger algunos pedacitos de Carla que ya forman parte de su auténtico ‘yo’. Si bien ambas comparten alma reivindicativa, físico de escándalo y, en algún momento, incluso pareja, existen grandes diferencias que las disocian.
En primer lugar, el valor y sentido que cada una da a las relaciones; mientras Rosón cree en un engañoso poliamor, prioriza a una mejor amiga (Lucrecia) que «en ocasiones le falla» y vive bajo el férreo mando de su progenitor (aunque se refiera a él como «mi ejemplo a seguir por haber sabido hacer dinero, montar su propia empresa y tener todo siempre bajo control»), Ester es una romántica implacable, especialmente familiar y buena conocedora de que las amistades de verdad se cuentan con los dedos de una sola mano.
La personalidades de Carla y Ester son antagónicas; por un lado, la joven que robó el corazón de Samuel es conformista, y en ocasiones aburrida, cuando el verdadero carácter de Ester es irresistible: sus inquietudes y descomunal talento hacen que no cese en su persistente cosecha de éxitos (que se ha ganado por sí misma, y no por un apellido).
Carla Rosón Caleruega es capaz «de vivir sin móvil perfectamente durante una semana entera»; por su parte, la actriz reconoce que chequear las actualizaciones es «lo primero que hace» según se levanta y lo último antes de acostarse. Tanto es así, que en más de una ocasión se ha estudiado los guiones de las series y películas desde el mismo smartphone, gracias a lo cual es hoy un terremoto virtual a nivel nacional y global: suma más de 22 millones de seguidores en Instagram.
El reguetón es «la música favorita» de las dos, pero hay una gran desemejanza: Carla «no se permite bailarlo en público», puesto que «es bastante discreta», al tiempo que a Ester le falta tiempo para grabar el próximo TikTok «perreando» al son de Rauw Alejandro y Chencho Corleone.
«Ahora en la cuarentena me encanta bailar. Me frustra saber que las discotecas van a abrir tarde», confesó a David Broncano hace unas semanas.