Crisis: Los desfalcos en empresas aumentan un 80% en España

(PD).- Caso real que cuenta María Domínguez en El Economista: el director financiero de un grupo empresarial familiar roba 40 millones de euros. No lo hace todo de una vez: realiza más de 30 operaciones.

El dinero va a parar a un país centroamericano hasta el que han llegado las redes legales internacionales para darle caza. Sin embargo, la empresa se muestra reacia a despedir al culpable e incluso ha intentado justificar sus actos. Este ejemplo reciente ilustra la situación del fraude en las empresas españolas.

Según José Luis Olivera Serrano, comisario jefe de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional, «al menos el 50% de las empresas ha sufrido algún caso de fraude… y creo que me quedo corto». Con la crisis económica, su número crece, y mucho.

«Las denuncias han aumentado cerca de un 80%, y me refiero a fraudes de 10 millones de euros en adelante».

Pocas denuncias

Olivera se plantea, sin embargo, que quizá lo único que ha hecho la crisis es destapar casos: «El delito económico no se comete en un día. Se piensa, se ejecuta, se integra en el sistema, se oculta…».

El gran problema es que muchísimos fraudes no se denuncian, por los nefastos efectos que tienen en la reputación de las empresas y en su cotización, si es que están en bolsa. «Se han gastado mucho dinero en crear marca y temen que se venga todo abajo», dice Olivera, que ayer participó en unas jornadas sobre este tema organizadas por Deloitte y la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD).

El caso es que, de estallar, el fraude es un bombazo, como ocurrió con el del gran grupo estadounidense Enron, que infló sus beneficios y acabó quebrando tras ser descubierto, o con los casi 5.000 millones que el ex operador Jérôme Kerviel costó a Société Générale.

El delito más frecuente

El desfalco puede ser interno o externo, pero en 85 de cada 100 casos lo cometen personas de la propia compañía. Algunos son fácilmente detectables en la contabilidad. Así ocurre, por ejemplo, cuando un empleado carga gastos personales a la empresa (apropiación de activos), paga a un funcionario público para obtener un contrato (corrupción) o infla las ventas inventándose operaciones.

Otros son más difíciles de detectar, como el robo de existencias o el cobro de comisiones a cambio de ciertos favores, como adjudicar compras a un proveedor previo pago.

¿Qué fraude es el que más se comete en las empresas españolas? Según Juan Jesús Valderas, socio de Deloitte y experto en detección de fraude, el más importante por su frecuencia y por la importancia de cada caso es la manipulación contable por parte de directivos.

«Muchos lo hacen para simular que han alcanzado la rentabilidad que les exigían para cobrar un bonus o mantener su lucrativo puesto; otras veces les sirve para esconder transacciones irregulares».

El blanqueo de capitales también es muy frecuente, pero más que un fraude en sí, es un complemento al robo.

A una escala mucho menor, son muy habituales los abusos de pequeño importe, como cargar los 200 euros de una cena personal a la cuenta corporativa.

A cada sector, su desfalco

Algunos fraudes atacan más a ciertos sectores, según un estudio del Economist Intelligence Unit (una división del grupo The Economist, que publica el diario homónimo). Las constructoras son las que más peligro corren: están en alto riesgo de sufrir corrupción, soborno, robo de activos o malversación de fondos. Los servicios financieros, por su parte, sufren más el blanqueo de capitales y las farmacéuticas están especialmente amenazadas por la piratería y por el robo de información.

La solución es prevenir todo esto. Identificar contra qué hay que protegerse y establecer medidas para mitigar los riesgos. Por ejemplo: anunciar que se van a efectuar controles de caja, pero sin decir cuándo. «Es muy importante que el empleado tenga la sensación de estar controlado», señala Valderas. «En lo que las empresas sacan muy mala nota», añade este experto, «es en reaccionar de forma visceral cuando descubren el engaño». Están decepcionados con el estafador y no piensan fríamente.

«Muchos olvidan que es básico proteger la información de la compañía, los registros, la documentación contable… ya que el defraudador podría borrar el disco duro o quemar el archivo para eliminar sus huellas». También es fundamental «contar con un plan de acción predefinido y tener decidido a quién se va a confiar la evaluación de las sospechas; debe ser alguien independiente».

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído