Hace 20 años, en la madrugada del 17 de mayo de 2003, Sandra Palo tuvo la mala suerte de cruzarse en su vida con cuatro chicos, tres de ellos menores de edad, que acabarían con su vida de la peor forma. La joven había salido a tomar algo en Madrid con algunos compañeros del taller ocupacional al que acudía y volvía a su casa en Getafe cuando se encontró con cuatro jóvenes que la obligaron a subir a su coche a punta de navaja. Uno tenía 18 años, dos tenían 16 y uno 14. A pesar de su juventud eran viejos conocidos de la Policía que les denominaba ‘la banda del chupete’.
En un Citroën ZX robado en Alcorcón se llevaron a la joven y en un descampado la violaron por turnos. Cuando terminaron, mientras la joven trataba de ponerse la ropa y marcharse. Sin embargo, decidieron que no podían dejarla huir para que nos los delatase y la atropellaron llegando a empotrarla contra un muro. Según la sentencia pasaron por encima de ella, dando marcha atrás y marcha adelante, al menos en diez ocasiones.
No terminó ahí su noche. Después de acabar con ella de la forma más cruel decidieron quemar el cuerpo de la joven pensando que así borrarían las huellas de lo que hicieron. A lo largo de esa madrugada visitaron una estación de servicio para comprar un euro de gasolina en un botella de plástico. Cuando volvieron al lugar de los hechos comprobaron que Sandra seguía viva ya que movía los brazos. Tras rociarla con el combustible, le prendieron fuego. Según la autopsia, Sandra fue quemada viva.
La lucha de una madre
La muerte de Sandra Palo conmocionó a todo el país y convirtió a su madre, María del Mar Bermúdez, en un estandarte de la lucha contra una ley que en ese momento era muy reciente, la ley de Responsabilidad Penal del Menor fue aprobada el 22 de diciembre del año 1999 y entró en vigor en enero del año 2000. Fue un cambio significativo ya que reducía muchos las penas para los menores entre 14 y 18 años y convertía a los menores de 14 en inimputables. El caso de Sandra abrió un debate sobre la ley aprobada estando al frente de la cartera de Justicia Margarita Mariscal de Gante y de Interior Jaime Mayor Oreja. La disparidad de opiniones saltó a los medios de comunicación y de ahí a la arena política.
María del Mar Bermúdez se convirtió en un estandarte contra una ley que perseguía la reinserción pero cuyas fallas pronto comenzaron a verse. María del Mar no se equivocaba. Los tres asesinos menores de Sandra Palo cumplieron cuatro años de internamiento en centros de menores pero su carrera delincuencial no terminó.
Los asesinos
Ramón Santiago Jiménez, que tenía 16 años cuando participó en la violación y asesinato de la joven de Getafe. Ramón, al que se conocía como uno de los Ramoncines, vive ahora en el sur de Madrid, está casado y es padre de dos hijos. En 2021 generó gran polémica su entrevista en el programa de Telecinco Viva la vida. En el magacine descubrió que bajo la identidad del cantante de rap Zuni se ocultaba uno de los asesinos de Sandra Palo. Ramón cumplió condena hasta 2011, pero no ha parado de entrar y salir de los juzgados. «Era un niño de 15 años que estaba por ahí, por la calle, drogándose todo el día, fumando base. Era una locura, no era ni persona, de verdad», declaró en el programa de Telecinco.
«Por supuesto, que me arrepiento, claro… Me arrepiento y eso cada día es una cosa que jamás se me va a olvidar de mi cabeza porque lo tengo ahí… No es una cosa que digas que se te va a olvidar mañana. Eso es para toda la vida. Por supuesto que me arrepiento», añadió. El último caso fue en septiembre de 2022 tras robarle 6.000 euros a un hombre que se dirigía a comprar el motor de un vehículo en Puente de Vallecas. Acompañado de otro joven, propinaron varios golpes al hombre y le rociaron con un extintor. Los hechos ocurrieron el 30 de julio en la calle Benamejí del distrito madrileño de Puente de Vallecas.
De entre todos, el más popular es Rafael García Fernández ‘el Rafita’ que acumula más de veinte robos mediante la técnica del alunizaje. ‘El Rafita’ cumplió cuatro años de condena estando bajo tutela de la Comunidad de Madrid hasta 2007. Desde ese momento no ha parado de delinquir y nunca ha mostrado arrepentimiento por su participación en la muerte de Sandra. Cuando, al salir en libertad, varios medios de comunicación mostraron su imagen se generó una gran polémica porque esto incumplía la Ley del Menor. Todo un debate en el que se mezclaban posturas y realidades. Lo cierto es que ‘el Rafita’ salió a la calle en contra del criterio de la Fiscalía.
El único mayor de edad, Francisco Javier Astorga ‘el Malaguita’, sigue aún cumpliendo condena por el asesinato de Sandra Palo en la prisión de Herrera de la Mancha. Prisión de máxima seguridad en la que se alojan algunos de los asesinos más famosos del país: Miguel Carcaño, José Bretón y, hasta pocos años, Miguel Ricart único condenado con el caso Alcàsser. Se calcula que en los próximos cinco años salga de la cárcel.