En la Audiencia Nacional se le investigaba por presunta estafa a 3000 clientes

La extraña muerte de Javier Biosca, acusado de la mayor estafa en criptomonedas en España

Javier Biosca comenzó a operar como bróker, sin tener los requisitos, para tal en 2019 y llegó a ser acusado por una asociación de damnificados por diez delitos por los que estaba a la espera de juicio

Javier Biosca.
Javier Biosca.

El martes 22 de noviembre de 2022 se conoció la muerte de Javier Biosca, un bróker conocido por estar presuntamente vinculado a las estafa de 818 millones de euros con la empresa Algorithms Group. Según cuenta Nacho Abad en El Debate «todo apunta a que se trata de un suicidio y que se arrojó desde la ventana de la casa en la que vivía en Estepona; un quinto piso». Es el Juzgado de Instrucción número 4 de Estepona el encargado de la investigación de la muerte de Biosca que queda a la espera de la autopsia del bróker. El resultado será remitido desde el citado juzgado malagueño a la Audiencia Nacional donde se investigaba a Biosca en marco del mayor caso ‘criptoestafa’ en nuestro país.

Fue en abril de 2021 cuando la Asociación de Afectados por Inversiones en Criptomonedas (AAIC) que preside la abogada Emilia Zaballos interpuso una querella contra Javier Biosca que provocó su detención en junio de 2021. Según El Cierre Digital fue la propia AAIC quien pidió que no se incinerara el cuerpo del bróker “hasta que la autopsia sea realizada y totalmente acreditada la identidad y razón de la muerte como legalmente procede”. En un documento AAIC muestra sus dudas sobre que Biosca se quitara la vida. En El Debate Emilia Zaballos señala que «es conocido el cúmulo de amenazas que ha recibido el señor Biosca provenientes de organizaciones criminales que habrían invertido con él, por lo que deberán investigarse estos hechos de la muerte y practicarse una autopsia antes de sepelio o la incineración, para averiguar la identidad de la persona fallecida y la causa de su fallecimiento. Por lo que interesamos se prohíba cualquier incineración del cadáver hasta que se haga la autopsia. Con el fallecimiento se extingue su responsabilidad penal y va a resultar muy complicado».

Javier Biosca y Paloma Gallardo.

Javier Biosca y Paloma Gallardo.

Desde que ingresara en prisión de forma provisional, Biosca luchó por obtener su libertad constantemente. El 29 de junio de 2022 consiguió su libertad gracias a que Ignacio Pérez Hidalgo le avaló su fianza pero tras solicitarle la cantidad volvió a ingresar en prisión en julio de 2022. Biosca no canceló la deuda con su avalista y tampoco indemnizó a las víctimas de la presunta estafa. Este fue uno de los compromisos que adquirió para poder salir de prisión.

Acusado de diez delitos

Javier Biosca comenzó a ‘operar’ en el mercado de las criptomonedas en 2019 anunciándose como bróker a pesar de que el Consejo Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aseguró que no cumplía ninguno de los requisitos para ejercer como tal. Lo cierto es que Biosca empezó con un cartera de 19 clientes para pasar en un año a tener cerca de 3000 clientes. En sus primeras operaciones obtenía unos beneficios de entre un 34 y un 38 % semanal, de los cuales entre el 20 y el 25 iban destinados a sus clientes. Ingresaba el dinero a sus clientes a través de transferencias bancarias en todo tipo de monedas (euros, dólares, pesos mexicanos, bitcoin). Contactaba con sus clientes a través de WhatsApp.

El sistema de Biosca no era nada sofisticado se basaba en la clásica estafa piramidal en las que los nuevos clientes pagan las ganancias de los antiguos, de modo que es posible obtener altas rentabilidades ficticias. Cuando comenzaron los retratos en los pagos, llegaron las quejas de los inversoras y la huída de Javier Biosca. Fue entonces cuando la AAIC presentó una querella contra Biosca. Un caso de presunta estafa que acabó en la Audiencia Nacional, por su volumen, con Javier Biosca acusado de diez delitos: estafa, apropiación indebida, receptación y blanqueo de capitales, asociación ilícita, delitos contra la Hacienda Pública, cohecho, delitos societarios, encubrimiento y falsedad en documento público. También fueron acusados su mujer, Paloma Gallardo, y el hijo de ambos, Sergio Gallardo Biosca.

Tal y como señala El Cierre Digital, Javier Biosca pasó «en poco más de un año, tal y como expresaba el escrito, Biosca pasó de ser un creador de páginas web a vivir en una mansión en Marbella cuyo alquiler superaba los 15.000 euros mensuales, abonando un año por adelantado, con elevados gastos de mantenimiento, contratación de múltiples personas de servicio doméstico, utilizando jets privados, escoltas, y manejando grandes cantidades de dinero en efectivo». Un alto tres de vida que hizo saltar las alarmas de sus presuntas víctimas.

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