Carta a la Embajada de Alemania

A la decisión de un tribunal regional alemán de dejar en libertad a Puigdemont -tras «estudiar» el caso en dos días y enmendando al Tribunal Supremo Español, que tardó varios meses en pronunciarse y en dictar la euroorden para su arresto- se unen las insólitas declaraciones de la Ministra de Justicia alemana, poco menos que poniendo en duda que España es un estado de derecho.

Y todo lo anterior en un país en el que directamente no se permite media broma con nada que tenga que ver con la hipotética secesión de un Länder, ni por supuesto se toleran referendos para abordar el asunto. Que se lo pregunten al Partido de Baviera que pretendía hacer un referendum para la independencia y se encontró con esto: «En la República Federal de Alemania como Estado nacional la soberanía recae en el pueblo alemán, por lo que estados federados no son los dueños de la Constitución», y con esto: «En la Carta Magna no hay espacio para procesos secesionistas en estados federados individuales».

Así las cosas, estoy ya un poco harto de las andanzas de ese individuo por Europa y también de que nos insulten. Así que he enviado este correo a la Embajada de Alemania en Madrid.

Les animo a que hagan lo mismo, a ver si se dan cuenta de que somos muchos los españoles que estamos algo más que molestos con el juez aleman que ha soltado a Pelomocho y con la ministra de justicia que se ha pasado veinte pueblos, por decirlo suavemente:

Embajada de Alemania en Madrid: [email protected]

Muy Señores míos:

Estoy escandalizado con la actuación de un tribunal regional de Alemania que se ha permitido enmendar la plana al Tribunal Supremo de España, invadiendo descaradamente las competencias de la Justicia española.

También me parece escandalosa la actitud del gobierno alemán. Si su Gobierno considera que España es una república bananera, en la que los jueces están a merced de los caprichos del Gobierno, les sugiero que pidan su opinión sobre la situación en Cataluña a los empresarios alemanes que llevan sufriendo en sus carnes la inseguridad jurídica y los desmanes de los gobiernos ultranacionalistas desde hace casi cuarenta años.

Si un día ustedes tienen la desgracia de tener un problema -pongamos que la proclamación unilateral de independencia de una de sus regiones, por ejemplo, Baviera- creo que con comportamientos como los que estamos viendo de su Gobierno, en España cada vez más gente estará encantada de acogerles como “refugiados políticos”.

Lo anterior es extensible a Bélgica -que también ha acogido al golpista Puigdemont, y que tiene su propio problema nacionalista- y por supuesto al resto de los países de la Comunidad Europea. Si el cáncer se extiende podríamos contemplar una Europa con doscientos o trescientos nacioncitas en un breve espacio de tiempo. Piénsenlo.

Así, señores, no se construye la unidad europea que ustedes pretenden liderar.

Atentamente,

Enrique Zubiaga

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Enrique Zubiaga

Soy un aviador vasco que he visto mucho mundo y por eso puedo decir alto y claro, y sin temor a equivocarme, que tenemos un país increíble y que como España en ningún sitio.

Enrique Zubiaga

Soy un aviador vasco que he visto mucho mundo y por eso puedo decir alto y claro, y sin temor a equivocarme, que tenemos un país increíble y que como España en ningún sitio.

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