139 suicidios

Pocos, muy pocos padres y madres de familia saben lo que algunos especialistas saben: cuando el niño o la niña adolescente, de entre 12 y 23 años de edad, llega a decir me quiero morir, me voy a matar…¡CUIDADO! LO PUEDE ESTAR DICIENDO EN SERIO, MUY EN SERIO.

Cuando un adolescente expresa tener serios problemas emocionales y, especialmente, cuando hace verbal su deseo de quitarse la vida, sus familiares, amigos y profesionales que lo asisten jamás deben dejar pasar esas palabras, hay que atenderlas de inmediato para tratar de minimizar ese riesgo.

Y ello no significa que están mal de la cabeza o de que estén locos, ni mucho menos; no, de ninguna manera, hay que recordar que a esa edad se toman las cosas muy a pecho, con mucha seriedad y se da mucho valor a la palabra, máxime si esa palabra dada se la ofrecen a si mismos.

La persona adolescente suele ser congruente consigo mismo, lo que ocurre es que a nosotros, los adultos, se nos olvida que pasamos ya por esa situación.

Por eso es importante apoyarlos, escucharlos y de manera muy especial dar con toda sinceridad la atención debida a su existencia.

La mayoría de los muchachos y las chicas que se suicidan han manifestado de manera oral, previamente su deseo de morir o, concretamente, han amenazado con suicidarse.

Así que mucho cuidado; tampoco hay que pegarle, agarrarlo a cintarazo o encerrarlo; espérese tantito respetado padre de familia; menos hay que irse al otro extremo de chipiliarlo o aprobarle todo lo que pida….no, de ninguna manera los extremos nunca son buenos… así es respetada madre de familia, tiene usted razón, no hay que consentir en todo.

Lo mejor es estar siempre en comunicación con ellos…intentar hablar siempre…y paciencia, mucha paciencia por ambas parte en especial por parte de los padres; recuerde que se supone que los adultos somos nosotros y, ellos, nuestros hijos son los adolescentes…los que están en crecimiento son ellos.

Intentar hablar siempre, no hay de otra. Hablar de todo de lo que sea, de lo que le guste o disguste, de la cotidianidad, de los planes, de los recuerdos del pasado, de los sueños y deseos, de todo; siempre hay de que hablar.

Haga usted de cuenta que esta frente a su mejor amigo o su más cercana amiga….hable usted con su hija o con su hijo adolescente …con RESPETO, como si estuviera usted hablando con un extraño o con alguien muy cercano a usted como puede ser su mejor amigo, hágalo con respeto y sinceridad.

Hable usted de igual a igual; como dirían los expertos hable usted de forma horizontal, no de manera vertical como se da una comunicación entre jefe y empleado, no, así no; intente usted hablar de persona a persona con su hijo, con su hija.

Literalmente hablando…qué más puede usted perder al intentarlo?

En el caso del suicidio, según el INEGI, entre 1990 y 2005 el número de eventos de este tipo pasó de 406 a mil 55, y según la causa que los originó se reportaron los disgustosfamiliares, causas amorosas, enfermedades graves o incurables, padecimientos mentales, y dificultades económicas.

Sobre esta última situación en particular, la información estadística revela que mientras en 1990 se reportaron 31 casos, para el año 2005 la cifra se elevó a 116.

Recuerde que de aquellos que logran quitarse la vida, el 40% ha tenido un intento fallido previo.

Luego de ese primer intento, entre un 6 y 16% vuelven a intentarlo dentro de los 12 meses subsiguientes.

En 15 años, según datos del INEGI, se cuadruplicó el número de suicidios entre jóvenes por dificultades económicas y la mayoría de ellos ocurre en 13 estados.

La muerte autoinfligida representa un problema de salud pública y es la segunda causa de decesos en la población de 15 a 24 años de edad.

De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), las entidades con mayor incidencia de suicidio en los jóvenes son Tabasco, Guanajuato, Coahuila, Distrito Federal y Chihuahua.

La Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud -OPS/OMS- señalan que el suicidio es una de las tres principales causas de mortalidad en todos los países del mundo entre personas de 15 a 34 años de edad.

Estimados de la OPS/OMS indicaban que en el año 2000 murieron por suicidio aproximadamente un millón de personas. Con información de Latinsalud http://www.latinsalud.com/articulos/00667.asp

Pero la organización también enfatiza el hecho de que ese mismo año, un número de personas entre 10 y 20 veces superior intentaron cometer suicidio, representando con ello una muerte por suicidio cada 40 segundos y un intento de suicidio cada 3 segundos en promedio, respectivamente.

¿La razón de todo lo anterior?, la extraordinaria nota informativa publicada el día de hoy por el periódico La Jornada, en su sección estados y firmada por su corresponsal en Guanajuato, Martín Diego Rodríguez; texto que a continuación se reproduce:

PGJ: 139 suicidios en Guanajuato en lo que va de 2008.-Guanajuato, Gto., 7 de junio. Las altas cifras de suicidios en Guanajuato son “reflejo de la desesperanza, la tristeza, la falta de oportunidades y las condiciones de miseria en la que viven miles de guanajuatenses”, consideró el investigador universitario, David Martínez Mendizábal, quien se asombra del número de muertes en menores de edad.

Según cifras de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) desglosadas por el Consejo de Participación Ciudadana en Seguridad Pública estatal, en 2007 fueron documentados 302 suicidios de los cuales 49 ocurrieron en menores de edad.

El caso que más llama la atención fue de un niño de nueve años que se suicidó en Dolores Hidalgo porque su madre lo regañó por irse de pinta.

En lo que va de 2008, la PGJE informó de 139 casos, de ellos 24 corresponden a menores de 18 años de edad, precisa el organismo ciudadano.

En esa estadística se encuentra la historia de una niña de 12 años de edad que se quitó la vida en una colonia marginal de la ciudad de León cuando sus padres no la dejaron ir a un concierto, patrocinado por una marca de cerveza, donde se presentarían los cantantes de moda.

Para Martínez Mendizábal, los jóvenes se provocan la muerte “por tristeza; no tienen esperanza para vivir. Guanajuato es una de las entidades con mayor desigualdad social y menos oportunidades para muchos jóvenes y éstos no tienen más opciones que trabajar ilegalmente en Estados Unidos o emplearse en alguna de las maquiladoras”.

Rita Berriel, directora del Centro de Integración Juvenil, dice que “los muchachos se están muriendo de tristeza, no hay más; acaban con su vida porque no encuentran esperanza, no tienen oportunidades de salir adelante y no tienen qué hacer”.

Subraya además que “para disminuir la estadística de suicidios en menores se requiere más inversión en educación y fomentar actividades físicas y espacios deportivos gratuitos, más que espots en la radio y la televisión: eso es una mala estrategia”. Con información y texto de la nota de Martín Diego Rodríguez, Corresponsal en el estado de Guanajuato, del periódico La jornada. www.jornada.unam.mx. http://www.jornada.unam.mx/2008/06/08/index.php?section=estados&article=030n1est&partner=rss