La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

Cuando ser de un equipo te lleva a ser gilipollas

Soy de un equipo de fútbol. Soy madridista, no lo escondo. Pero aspiro a no ser por completo gilipollas y a tragarme ruedas de molino. Me asquea la corrupción y la sinvergonzonería. Vengan de donde vengan. Un ejemplo. Soy monárquico. Sí, pero, como ciudadano, pido ante todo que la Justicia vaya hasta el final con los Urdangarines, Cristinas y demás golfos comprobados, sea quien sea, caiga quien caiga. Odio el espíritu cortesano, los seguidismos ciegos.

Escribo esto porque estoy alucinando con la reacción de muchos barcelonistas ante la investigación judicial a Messi, al que la Fiscalía de Barcelona acusa de haber evadido, entre 2007 y 2009, hasta 4,1 millones de euros a través de sociedades pantalla que funcionaban como paraísos fiscales. Empiezo por el principio: apelo al derecho a la presunción de inocencia de todo el mundo. Que sean los jueces los que le juzguen y se haga justicia. Ni más ni menos. Lo que es miserable es empezar a hablar de una conspiración de la “Hacienda española” para “perjudicar” al Barça… Y, de paso, “beneficiar” al Real Madrid. Esto es, sencillamente, nauseabundo.

Me recuerda a una escena que se dio hace algunas semanas, cuando a Rubén Castro, futbolista del Betis, le detuvo la policía por una presunta “agresión física y sexual” a su antigua pareja. Pues bien, no faltaron hinchas del Betis que, mientras este entraba en los juzgados, se apostaron a las puertas para aplaudirle. ¿Por qué? ¿Por ser de su equipo? ¿Y eso lleva a apoyar incondicionalmente a quien se acusa de un crimen atroz sin tener ningún elemento de juicio con el que valorar lo que ocurrió realmente? Y si el señalado es culpable… ¿nos da igual porque es de nuestro equipo?

Quién sabe. Mañana mismo se puede acusar de un delito similar al que achacan hoy a Messi en un jugador del Real Madrid. Pues diré exactamente lo mismo que afirmo hoy: que me importa un bledo que sea de mi equipo quien ha cometido un delito. Que se le juzgue y, si es culpable, que pague la pena justa. Soy madridista y defiendo a mi equipo, pero no es “de los míos” quien roba a mi país. Como soy monárquico y no es “de los míos” el que se pone una careta de falsedad y se lucra a costa de este país, tan maltratado por los sinvergüenzas, que aún se llama España. Y es que las consecuencias de que haya tanto caradura las están pagando millones de personas sin apenas oportunidades de salir adelante.

Seré muchas cosas, pero aspiro a no ser un completo gilipollas. Y mucho menos por el fútbol.

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

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Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

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