Hace ya mucho que sé que no es así, pero recuerdo los tiempos no tan lejanos en los que la propia idea de Europa se me asemejaba a conceptos que admiro tanto como “democracia”, “progreso” y «libertad”. Ya, a base de constantes decepciones, me consta la cruda realidad: Europa es un negocio. Otra cosa es que, para seguir siéndolo, los prebostes que sostienen sus altos intereses (los propios, claro) se apoyen en la más descarada vulneración de los derechos más básicos de los seres humanos.
Amigo lector, ¿sabes lo que es la operación policial Mos Maiorum? Se trata de una inmensa redada que, del 13 al 26 de octubre, busca detener e interrogar al mayor número posible de inmigrantes indocumentados en todo el territorio de la Unión Europea. Es decir, que nuestros gobiernos, en cada nación supuestamente democrática, progresista y libre en este chiringuito que es la UE, se entregarán desaforadamente a la caza del africano, el asiático o el latinoamericano que ha abandonado su casa, huyendo de la miseria o la guerra, para tratar de alimentar a sus familias. Puede que no tengan papeles, pero eso no les convierte en delincuentes. Repitámoslo despacio: un-in-mi-gra-te-sin-pa-pe-les-no-es-un-cri-mi-nal. Vamos, que a diferencia de ciertos tunantes que se envilecen en las poltronas de ciertos despachos, políticos o empresariales, estos no cometen delito alguno.
Cierto que la excusa de esta supuesta acción policial es que, interrogando a los inmigrantes irregulares, se buscará conocer cuáles son las mafias que los han traído hasta aquí. ¿Alguien se cree que solo se busca perseguir al crimen organizado? ¿Algún alma cándida puede pensar que, una vez que sean interrogados, los inmigrantes no serán devueltos a sus países de origen, entregados de nuevo a la miseria o a la guerra? ¿Y cómo buscarán a esos “sin papeles”? ¿No será, acaso, basándose en el color de su rostro, en su perfil racial? ¿Y todos tenemos claro que eso es ilegal? Por si acaso, repitámoslo despacio: es-i-le-gal. Es racista.
Salvo unas escasas excepciones, apenas ningún medio generalista ha informado de esto. Todo está en manos de la sociedad civil, a través de instituciones eclesiales, sociales y políticas organizadas en la defensa de estas personas. Hablo de Compromís, Equo, Por Un Mundo Mas Justo, Cáritas, la Confederación de Religiosos Españoles, la Conferencia Episcopal, Pueblos Unidos, la HOAC, el Servicio Jesuita a Refugiados, la CNT… ¿No es una noticia maravillosa que todas esas asociaciones, tan dispares a veces entre sí, están gritando juntas contra esta injusticia? ¿Y no horripila que casi nadie sepa nada debido a que nuestros grandes medios no se han hecho eco de ello?
No, Europa no es esto. Europa es un negocio levantado sobre el egoísmo antihumano y el silencio cómplice. Salvo increíbles excepciones. Toca luchar, cada día con más fuerza.
MIGUEL ÁNGEL MALAVIA
