Son las cinco de la tarde y habré oído por lo menos diez veces las frases «¡Qué sueño tengo!»,»¡Qué cansancio!».
Que me lo digan a mi, que me levanté como una figurante de The walking dead, llegué milagrosamente hasta la ducha, allí abrí los ojos del todo y después de tirarme por encima el café -bueno, la malta en mi caso-, conseguí ser persona.
Será la astenia primaveral, dice mi vecina… Dichosa astenia primaveral.
La astenia, según la wikipedia es «un síntoma presente en varios trastornos, caracterizado por una sensación generalizada de cansancio, fatiga, debilidad física y psíquica, con principal incidencia entre las personas de 20 a 50 años, y mayor preponderancia en las mujeres que en los hombres -que suerte tenemos las mujeres-.
Las causas de este cansancio no se saben con exactitud. Los científicos no se ponen de acuerdo. Unos dicen que por el cambio de hora, por el aumento de la luz del sol y otros apuntan la disminución de unas hormonas llamadas betaendorfinas -no hay otro a quien echar la culpa-. Mientras los científicos se ponen de acuerdo, nosotros podemos incorporar ciertos hábitos, para estar un poquito mejor:
Aumentar el consumo de vegetales. En latín, la palabra vegetal significa «dar vida», «animar». Así que animaos y probad nuevos vegetales. Yo, esta noche, voy a probar la maruja por recomendación de mi amigo el frutero, que me ha dicho que está de rechupete con ajo, aceite del bueno y berberechos.
Es muy bueno tomar verduras un poquito amargas o picantes, que ayudan a la eliminación de toxinas tales como berro, rabanito, puerro, borraja, alcachofa, champiñón.
- Limón. Si nos encontramos nerviosos o de mal humor, tomar en ayunas un vaso de agua con el zumo de medio limón o un zumo de manzana o de naranja, nos ayudará a estar otra vez suaves como malvas.
- Dieta equilibrada. Aunque seguro no nos lo han dicho nunca, yo aquí añado, equilibrada y de calidad. Como dice Ferrán Adriá «Una buena sardina siempre es mejor que una mala langosta».
- Infusiones. Jengibre y/o ginseng.
- Agua. Bebe un mínimo de 2,5 litros de agua.
- Chocolate. Date un pequeño capricho en forma de chocolate negro.
- Paseos. Una opción es dejar el coche lejos del trabajo, para ir caminando al sol. Y si tienes niños, puedes empezar a ir al parque más a menudo.
- Más energía. Toma jalea real, germen de trigo y levadura de cerveza o maca.
- Pescado. Un noruego buenísimo, el salmón.
- Dormir. Para algunos, esto sería dormir más. Porque necesitamos ocho horas de sueño reparador para no estar al día siguiente como un zombie.Siempre que hablamos de dormir bien,me acuerdo de una frase de Virginia Wolf,que leí hace algún tiempo: «Uno no puede pensar bien, amar bien, dormir bien, si no ha comido bien». Te haremos caso, Virginia.