Por su importancia reproducimos este artículo publicado en The World News.
Ni un mes, ni dos ni seis. El sector turístico no contempla operar con total normalidad hasta que no exista una vacuna que permita dar completas garantías sanitarias, tener controlado el miedo y generar confianza en el consumidor para poder viajar. Esta es la idea que ayer los principales responsables de patronales turísticas valencianas transmitieron ayer al jefe del Consell, Ximo Puig, y a su conseller de Obras Públicas, Política Territorial y Movilidad, Arcadi España, en un encuentro telemático en el que Puig destacó las «unidad» de la industria turística frente a la emergencia sanitaria del Covid-19.
A pesar de que es muy probable que la actividad turística pueda reanudarse dentro de unos meses, se da por hecho que se hará de manera escalonada y en función de la situación sanitaria no solo regional o nacional, sino también por países. El año pasado los turistas extranjeros dejaron más de 9.600 millones de euros en la Comunidad Valenciana, el equivalente al 8% de su Producto Interior Bruto (PIB).
Por eso los empresarios quisieron destacar ante Puig las particularidades de su sector y que la coyuntura internacional provocada por el actual estado de emergencia es «especialmente incompatible» con la actividad turística, una situación que requiere «una sensibilidad concreta desde las administraciones». La idea, pues, es «prepararse para un escenario de resistencia» que puede durar más de un año, y que contará con la competencia feroz de otros destinos -principalmente españoles- por repartir el consumo que pueda haber, principalmente del mercado interior.
¿Dónde se debe actuar? Pues la patronal Hosbec la resume en cuatro ejes. Por un lado en el plano laboral, con «un tratamiento específico del sector de las relaciones laborales una vez pase el estado de alarma», y de acuerdo con la reactivación progresiva de la actividad. Por otro, en el financiero, con la «habilitación de medidas legales para que los bancos flexibilicen los plazos de pago de cuotas, préstamos o hipotecas durante un periodo de tiempo». En tercer lugar está la parte sanitaria, y que incluiría «la elaboración de protocolos, recomendaciones y sistemas para garantizar las condiciones sanitarias de los destino». Por último queda el escenario de la comunicación: es necesario desarrollar una campaña «de Comunidad Valenciana y sus destinos, en un mercado agresivo».
Unidad ante la crisis
Por su parte, Puig destacó que transmitirá al Gobierno algunas de las reivindicaciones planteadas por los empresarios, empezando por la posibilidad de que los ERTE puedan tener «una duración mayor» dado que su actividad no va a poder empezar «inmediatamente» tras el fin del estado de alarma: «Va a costar porque no tendremos clientes», indicó en declaraciones recogidas por Europa Press.
El jefe del Consell también destacó el acuerdo con el sector para «trabajar unidos» por la recuperación del turismo en la que considera que es «la peor crisis» sufrida en toda su historia. Además, manifestó que ha llegado a un acuerdo con el sector que implica «mirar hacia adelante» en un momento en el que «las cosas están difíciles» y «van a ser especialmente duras». «Vamos a trabajar juntos para conseguir que estas playas, estas ciudades, estos espacios maravillosos que tiene la Comunidad vuelvan a ser espacios turísticos», agregó el presidente.
El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, aseguró también que «el momento definitorio» de la recuperación del sector turístico «serán las vacunas» porque «hasta entonces no hay nada». «El miedo va a condicionar al sector, y el consumo es un estado de ánimo que necesita confianza para poder recuperar la normalidad». Además, Colomer explicó que «hay que afrontar con realismo la capacidad de intervención» del Gobierno valenciano en algunas de las cosas que han solicitado los empresarios, porque «no vamos a prometer lo que no podemos cumplir».
Climent: «Se ha resuelto ya la mitad de los ERTE»
El conseller de Economía, Rafael Climent, sostuvo ayer que la avalancha de ERTE en la Comunidad Valenciana son una coyuntural y que se están «en un periodo razonable» a pesar del volumen que registran cada día. Así, y en declaraciones a este diario, indicó que hasta ayer se habían completado aproximadamente la mitad de las más de 52.492 solicitudes de extinción temporal de empleo que se han emitido en la Comunidad Valenciana, el 99% de ellos del sector servicios. Estos ERTE, según datos difundidos ayer por el Gobierno valenciano, afectan a 282.501 trabajadores; esto suponen 899 expedientes más respecto al pasado lunes y 3.860 nuevos afectados.
En concreto, la Dirección General de Trabajo ha recibido, desde el 12 de marzo hasta las 00.00 horas del 6 de abril, un total de 483 expedientes que afectan a 37.227 trabajadores. En la dirección territorial de Valencia se han registrado 24.712 expedientes sobre 118.473 trabajadores; en Alicante, 21.126 expedientes de 99.191 trabajadores, y en Castellón 6.171 expedientes que afectan a 27. trabajadores. Esta avalancha de expedientes ha llevado a la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo a ampliar de cinco a diez días el plazo para resolver y notificar los ERTE relacionados con las medidas adoptadas frente al Covid-19. La decisión se tomó después de constatar que la Autoridad Laboral de la Comunidad Valenciana no disponía de medios personales y materiales suficientes para garantizar el cumplimiento de los plazos administrativos y se ha visto «desbordada» por la situación.
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