La Sierra Oeste de Madrid es una joya natural que ofrece paisajes que invitan a la desconexión y al disfrute al aire libre. En esta comarca, dos embalses destacan no solo por su belleza, sino por las múltiples actividades que ofrecen a quienes buscan un turismo activo o de naturaleza. Se trata de los embalses de San Juan y de Picadas, dos espacios ideales para disfrutar durante todo el año, ya sea para un paseo tranquilo en familia, una jornada deportiva o un descanso al aire libre.
El enclave natural que rodea ambos embalses los convierte en destinos que se pueden visitar durante todo el año. Sus orillas ofrecen espacios tranquilos donde caminar, hacer picnic o simplemente disfrutar de las vistas. En primavera y verano, estos paseos se pueden complementar con baños y actividades como la pesca; mientras que en los meses más fríos, el entorno es ideal para el senderismo y el ciclismo de montaña, ya que la zona cuenta con rutas adaptadas para todos los niveles.
San Juan, la playa de Madrid
El Embalse de San Juan, situado en el municipio de San Martín de Valdeiglesias a sólo una hora de Madrid, es uno de los destinos más conocidos de la región. Con más de 50 kilómetros de costa, es conocido como ‘la playa’ de Madrid por sus 14 kilómetros de arena, y en sus orillas se encuentran restaurantes y chiringuitos.
Uno de sus principales atractivos es que es uno de los pocos embalses donde está permitida la navegación y el baño, lo que lo hace muy popular en los meses más cálidos del año. Además, la calidad de sus aguas y sus zonas vigiladas y limpias, le han valido la Bandera Azul a la playa Virgen de la Nueva, una distinción que refleja los altos estándares de calidad en cuanto a la seguridad y la conservación medioambiental.
Otras playas recomendadas son El Muro, que acoge al Real Club Náutico de Madrid desde los años sesenta, La Lancha del Yelmo, y Cala Tiburón, esta última, la única playa nudista del embalse. Pero en las 650 hectáreas de San Juan también hay espacio para la práctica de deportes acuáticos como el kayak, el paddle surf o la vela.
Además, las aguas del embalse esconden dos secretos históricos que forman parte del legado cultural de San Martín de Valdeiglesias: un puente medieval de 126 metros de longitud con ochos ojos y varios molinos que unía los dos márgenes del río, y las ruinas de la originaria ermita de la Virgen de la Nueva, y que da nombre a la playa.
Picadas, una joya ‘escondida’
A unos 30 kilómetros de San Martín de Valdeiglesias, en el municipio de Pelayos de la Presa, se encuentra otra masa de agua de gran atractivo: el Embalse de Picadas, un espacio menos conocido pero igualmente impresionante. Más pequeño que San Juan, ofrece un paisaje que no desmerece, rodeado de montes, bosques y colinas, lo que lo convierte en un refugio perfecto para los amantes de la naturaleza y los deportes al aire libre.
Al ser menos popular, su entorno es más tranquilo y menos masificado, por lo que es una excelente opción para aquellos que buscan una experiencia más relajada sin el bullicio de los grandes destinos turísticos. El Embalse de Picadas también permite el baño por lo que es un destino ideal para la práctica de deportes acuáticos, como el kayak o el paddle surf.
Los alrededores del embalse son perfectos para hacer senderismo, ya que existen diversas rutas de diferentes niveles de dificultad que permiten explorar a fondo el entorno natural de la zona y su rica biodiversidad, lo convierte en un excelente lugar para los amantes de la fotografía de naturaleza, ya que se pueden capturar imágenes de aves, flora y fauna autóctona.