¡¡¡ Dios nooo !!!!, un herido en la aldea
Estos días, en los que siempre cojo vacaciones, me los he tomado con mucha tranquilidad, pero con muchísima, tanto que no hice nada; pero absolutamente nada, y mira qué paradojas tiene la vida que, justo por no hacer nada, te percatas de todo, como de que no eres necesario para nada… con lo cual me da cierto sosiego pensar que el mundo no depende de mí, que un día creí… Y así me hallaba, en una paz infinita, en la placidez total, cuando esta se vio alterada por unos gritos de Maruja, mi vecina. Vamos a ver que esto hay que explicarlo. ...