Israel ataca la universidad y el Ministerio del Interior palestino en Gaza

(PD).- Israel inicia su tercer día consecutivo de ataques con el bombardeo a un edificio gubernamental. La cifra de muertos ronda ya los 300.- Tel Aviv llama a 6.500 reservistas ante una eventual operación terrestre.

Israel continúa su ataque sobre la franja de Gaza en la campaña militar más mortífera en la franja desde 1967. Varios aviones israelíes han bombardeado hoy el Ministerio de Interior de Gaza, liderado por Hamás, en lo que supone el primer ataque aéreo dirigido a un edificio gubernamental, según anunció la facción palestina. Se desconoce por el momento si hay muertos o heridos.

Este domingo por la noche la fuerza aérea israelí bombardeó la Universidad Islámica, un importante símbolo cultural de Hamás en el que han fallecido los cuatro últimos palestinos del total de unos 300 muertos y 900 heridos que ya ha dejado la lluvia de misiles que desde el sábado asola la franja.

De los heridos, informa desde Jerusalén Ana Carbajosa, unos 120 se encuentran en estado crítico ingresados en hospitales en los que falta casi de todo. De los líderes de Hamás no queda ni rastro; se refugian en sus escondites temerosos de que Israel emprenda una nueva campaña de asesinatos selectivos como hiciera en el pasado.

Este domingo, aviones israelíes bombardearon, además de infraestructuras del movimiento islamista Hamás, lanzaderas de cohetes y carreteras, más de 40 túneles que comunican el territorio palestino con el desierto del Sinaí, en Egipto, según fuentes militares israelíes. Estas mismas fuentes han explicado que el ataque ha tenido como objetivo la Ruta Philadelphi, en la región de Rafah, donde cientos de subterráneos son utilizados para introducir en la franja suministros y armas. Por el momento se desconoce si hay víctimas por esta nueva ofensiva.

También en Egipto, un policía ha fallecido por los disparos procedentes de combatientes de Hamás en el paso fronterizo con la Franja de Gaza. El incidente ha tenido lugar en el momento en que grupos de palestinos intentaban saltar el muro fronterizo. La muerte de este policía puede agravar aún más las relaciones entre Hamás y El Cairo.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha asegurado este domingo que su Gobierno manejará la situación «con sensatez, paciencia y firmeza» hasta «alcanzar los resultados deseados», aunque ha advertido de que la ofensiva «puede prolongarse durante mucho tiempo».

La ministra de Asuntos Exteriores israelí y candidata a primera ministra del Kadima, principal partido de la actual coalición de gobierno israelí, Tzipi Livni, ha afirmado en declaraciones a la cadena de televisión estadounidense NBC que el objetivo de esta ofensiva israelí «no es reocupar la Franja de Gaza». Al ser preguntada en la también estadounidense Fox News si lo que busca Israel es derrocar a Hamás, Livni dijo que «no ahora».

Por su parte, el ministro de Defensa, Ehud Barak, ha dicho que el Ejército ha desplegado en torno a Gaza a cientos de soldados de infantería y cuerpos acorazados ante una invasión terrestre, pues Israel «profundizará y ampliará su operación lo que sea necesario». Barak ya dijo ayer que la ofensiva «no será fácil y no será breve».

Es por ello, que el consejo de ministros israelí de este domingo ha aprobado la llamada a filas de unos 6.500 reservistas en preparación a una eventual incursión militar terrestre en la franja de Gaza.

Ataque destructivo

El ataque israelí destruyó este sábado varias sedes policiales y centros de entrenamiento de Hamás, ubicadas en zonas residenciales, así como la estación de televisión del movimiento islamista, que ha continuado sus transmisiones desde un sitio desconocido. Además, una mezquita ha sido bombardeada en las últimas horas por acoger «actividades terroristas», ha dicho un portavoz militar israelí.

A primeras horas de la noche del sábado, la aviación militar israelí destruyó la carretera Saladino, y durante la madrugada, los F-16 israelíes han bombardeado 23 objetivos, entre ellos edificios donde se reúne el Gobierno de Hamás en consejo de ministros, un almacén en Rafah y lanzaderas de cohetes, según fuentes de la seguridad palestina.

Sin embargo, las bombas no discriminan y algunas han caído en viviendas civiles y hospitales de la sobrepoblada y emprobrecida franja, ya agobiada por un bloqueo israelí. Algunos medios occidentales califican el ataque del sábado como el más sangriento ocurrido en un sólo día desde la Guerra de los Seis Días en 1967.

El Consejo de Seguridad de la ONU, en una reunión de emergencia, ha pedido este domingo de madrugada emprender las medidas necesarias para permitir la entrada de ayuda humanitaria en Gaza.

En una rueda de prensa, Olmert ha asegurado que «la operación en la franja de Gaza está destinada, ante todo, a mejorar la realidad de seguridad para los residentes del sur del país», en referencia a las localidades israelíes blanco de los proyectiles lanados por las milicias palestinas. «Esto llevará tiempo y cada uno de nosotros debe ser paciente de forma que podamos completar la misión», indicó el jefe del Ejecutivo.

Una tercera Intifada

El movimiento islamista Hamás, que gobierna la franja de Gaza, se ha apresurado a clamar venganza. «Hamás continuará la resistencia hasta la última gota de sangre», ha sentenciado su portavoz, Fawzi Barhoum, en declaraciones a la prensa en Gaza. «Todos los combatientes están llamados a responder a esta carnicería israelí», aseguró por su parte la Yihad islámica.

El máximo líder del grupo palestino en el exilio, Jaled Meshaal, convocó este sábado a sus partidarios para una tercera Intifada contra Israel tras los ataques en Gaza.

Previamente, el líder del Gobierno de Hamás, Ismael Haniyeh, aseguró que los palestinos nunca se rendirán a Israel. «No abandonaremos nuestra tierra, no levantaremos banderas blancas y no nos arrodillaremos excepto frente a Dios», ha declarado Haniyeh. «Puede haber más mártires y puede haber más heridos pero Gaza jamás se romperán y nunca se rendirá».

Poco después del ataque israelí, militantes de Hamás lanzaron cohetes hacia territorio judío, y según fuentes médicas israelíes, uno de ellos causó el pasado sábado la muerte de una mujer en la población de Netivot, y cuatro heridos. El Ejército israelí ya había declarado la alerta en las comunidades cercanas a la frontera con Gaza.

En tanto, este domingo ha caído el proyectil más lejano lanzado hasta la fecha por las milicias desde Gaza, cerca de Ashadod, a unos 37 kilómetros de la franja y el puerto más importante de Israel, sin causar víctimas, según fuentes israelíes.

Por su parte, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha afirmado que el responsable de la actual situación que vive Gaza es Hamás, al negarse a prorrogar el alto el fuego pactado con Israel hace seis meses. «Hablamos con ellos y les dijimos: ‘por favor, os pedimos que no terminéis la tregua, que siga en vigor y no acabe’. Podríamos haber evitado lo que ha ocurrido», ha dicho Abbas desde El Cairo. Hamás, sin embargo, acusa a Israel de haber violado la tregua después de su finalización oficial el pasado 19 de diciembre.

Hezbolá moviliza a sus fuerzas

El líder de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrla, ha llamado a todos sus militantes a estar en alerta ante un posible ataque israelí en Líbano, a raíz de los bombardeos en Gaza.

El líder chií ha asegurado en un discurso televisado que las operaciones en Gaza son una copia a carbón de la guerra de 2006 que enfrentó a Hezbolá e Israel y que se saldó con más de 1.000 muertos. «He pedido a los hermanos en la resistencia especialmente en el sur de estar presentes, en alerta y cautos porque nos enfrentamos a un enemigo criminal y no conocemos la magnitud de sus conspiraciones».

Nasrallah ha arremetido contra la postura de Egipto en el conflicto. «A los oficiales egipcios: si no abrís el paso de Rafah entonces seréis cómplices del crimen, cómplices del asesinato.»

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