Venecia está irreconocible. La ciudad italiana, que sufrió el impacto de las devastadoras inundaciones de los pasados noviembre y diciembre, ahora muestra una cara totalmente contraria. Tras bajar en 50 centímetros su marea, los canales se han quedado sin agua y que dejan una marca excepcionalmente curiosa.
El fenómeno, también conocido como secche della Befana (“sequías de la Befana”, porque ocurre cerca del 6 de enero, cuando en Italia se celebra “la Befana”), está afectando los distritos de San Polo y Santa Croce, creando algunos problemas para los gondolieri, para los servicios de emergencia y los bomberos. Sin embargo, no hay dificultades a lo largo de los principales canales.
Este suceso volvió a poner sobre la mesa la cuestión del mantenimiento de los canales, a través de la excavación que se ha discutido durante años. El sistema prevé el cierre de los canales por un tiempo limitado para sacar el agua y eliminar el lodo. Sin embargo, la falta de fondos no lo permite.