Los ministros de Economía de la UE examinarán mañana la petición de rescate de Portugal

La ayuda estará entre los 75.000 y los 90.000 millones y a cambio podría exigirse a Lisboa aplicar los ajustes que rechazó el Parlamento

BUDAPEST, 7 (Del enviado especial de EUROPA PRESS, Juan Sanhermelando)

Los ministros de Economía de la Unión Europea examinarán este viernes en la reunión informal que celebran en Budapest la solicitud de rescate que ha presentado Portugal para hacer frente a su grave situación financiera. Los Veintisiete empezarán a discutir el volumen de la ayuda, que podría estar entre los 75.000 y los 90.000 millones de euros, y el programa de ajuste que se exigirá a cambio a Lisboa, que probablemente se basará en el que rechazó el Parlamento portugués y desencadenó la dimisión del primer ministro, José Sócrates.

Portugal se convertirá así en el tercer país de la eurozona rescatado, tras Grecia (que ha recibido 110.000 millones de euros) e Irlanda (85.000) millones de euros. Tanto la Comisión Europea como la OCDE han descartado este jueves que la crisis portuguesa se contagie a España alegando que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha emprendido las reformas necesarias para recuperar la confianza.

Al tratarse de un encuentro informal, la presidencia húngara descarta que se vayan a adoptar ya decisiones en este Ecofin, aunque asegura que el procedimiento para activar la ayuda será «muy rápido». «Queremos destacar la importancia de ser solidarios con Portugal, que ha dado un paso responsable para salvaguardar la estabilidad financiera en el país y en la eurozona», ha señalado la presidencia en un comunicado.

También el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, se ha comprometido a responder «lo más rápidamente posible» a la petición de asistencia que le formuló el primer ministro portugués, José Sócrates. En todo caso, la presidencia ha descartado convocar una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno por considerar que todas las decisiones necesarias pueden ser adoptadas por los ministros de Economía.

Tanto la Comisión como la presidencia se han negado a especular sobre las cifras de rescate. El primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, estimó que podría situarse en 75.000 millones de euros, aunque la prensa portuguesa eleva el montante hasta 90.000 millones de euros, de los cuales 25 millones se desembolsarían antes de las elecciones legislativas del 5 de junio para responder a las necesidades de financiación más inmediatas.

Finalmente se ha descartado la posibilidad de un crédito puente o de préstamos bilaterales para cubrir el periodo hasta el 5 de junio, como quería Sócrates. Será una ayuda del fondo de rescate de 750.000 millones de euros creado el pasado mayo. Y a cambio Portugal deberá comprometerse a un estricto programa de ajuste negociado con la Comisión, el Banco Central Europeo y el FMI.

La dificultad estriba en que el plan será negociado por el Gobierno en funciones de Sócrates que probablemente sea derrotado en los comicios del 5 de junio por el conservador Pedro Passos Coelho. La Comisión ha destacado en todo caso que la petición de ayuda cuenta «con el apoyo del principal partido de la oposición».

Bruselas asegura que el programa de ajuste se negociará «empezando desde cero». Sin embargo, la presidencia húngara sostiene que el último programa de ajuste presentado por Sócrates, que contaba con el aval de la UE pero fue rechazado por el parlamento provocando su dimisión, constituye «una buena base para cualquier futuro plan». El objetivo de este plan es reducir el déficit al 4,6% del PIB este año, al 3% en 2012 y al 2% en 2013.

Los ministros de Economía de la UE discutirán también la posibilidad de rebajar el tipo de interés (5,8%) que paga Irlanda por su rescate. La Comisión lo considera «justo» no sólo «para no imponer costes extremadamente difíciles a nuestros conciudadanos irlandeses», sino también para «garantizar la sostenibilidad de la deuda». Pero Dublín se niega a subir su impuesto de sociedades, uno de los más bajos de la UE en el 12,5%, que es la contrapartida exigida por Francia y Alemania.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, explicará a los ministros su decisión de aumentar los tipos de interés un cuarto de punto, hasta el 1,25%, para combatir las presiones inflacionistas. Algunos países temen que esta subida es prematura y podría asfixiar a los Estados periféricos de la eurozona, donde la recuperación no se ha consolidado todavía.

El Ecofin informal de Budapest lanzará un nuevo llamamiento a los Estados miembros para que tengan preparados planes de ayuda pública y reestructuración para los bancos que suspendan los test de estrés, cuyos resultados se publicarán en junio. La UE insiste en que las nuevas pruebas serán más estrictas y creíbles que las del año pasado, que no detectaron los problemas del sistema financiero irlandés.

Los ministros también buscarán un acuerdo sobre los indicadores y los umbrales que servirán para determinar si un país se encuentra en una situación de desequilibrio excesivo, y puede ser por tanto objeto de sanciones. La presidencia húngara propone castigar a los Estados con un déficit por cuenta corriente superior al 4% del PIB o con un superávit de más del 5%.

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Autor

Sergio Espí

Sergio Espí, guionista y crítico de televisión de Periodista Digital, responsable de la sección 3segundos.

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