Aleksandar Vucic amplía su poder

El centroderecha arrasa en las elecciones legislativas de Serbia

El partido del presidente, el conservador populista Partido Progresista Serbio, logró más de un 62% de los votos

El centroderecha arrasa en las elecciones legislativas de Serbia
Aleksandar Vucic. PD

Ha arrasado el centroderecha.

El conservador populista Partido Progresista Serbio (SNS), dominado por el presidente del país, Aleksandar Vucic, amplió una vez más su poder al arrasar en las elecciones parlamentarias de este 21 de junio de 2020, con un 62,7% de los votos.

Queda en segunda posición al hasta ahora cogobernante Partido Socialista de Serbia (SPS), con un 10,4% de los votos.

El SNS y el SPS gobiernan juntos desde el año 2012, siendo desde 2017 Ana Brnabic la primera ministra, aunque la política del país es dominada por Vucic, al que la oposición critica por su estilo autocrático.

En las elecciones generales anteriores en 2016, el SNS, entonces con Vucic como candidato a primer ministro, había logrado un 48,25% de las papeletas.

Pocos opositores

El tercer partido más votado, con un 4%, es la Unión Patriótica Serbia (SPAS, centroderecha), de Aleksandar Sapic, en su tiempo uno de los mejores jugadores de waterpolo en el mundo, un nuevo partido en el Parlamento serbio.

También estarán en el Parlamento los partidos de las minorías húngara, albanesa y musulmana.

Para asegurar que algún partido opositor entrara en el Parlamento, el SNS enmendó en enero la ley electoral rebajando el umbral mínimo necesario del 5 al 3%.

Aplastante mayoría parlamentaria
Las proyecciones de voto estimaBAn que el SNS ocupará 189 de los 250 escaños del nuevo Parlamento.

«Estoy orgulloso y agradecido a los ciudadanos por el histórico apoyo», declaró Vucic en la sede de su partido, tras conocerse los primeros resultados.

«Es a la vez una advertencia de que debemos ser aún más responsables, trabajadores, y lograr lo mejor para nuestro pueblo», aseguró el presidente.

Vucic indicó que aunque su partido podría gobernar en solitario, no mostrará «arrogancia» y tratará de hacer «un Gobierno que tenga un amplio consenso por las importantes decisiones que nos esperan».

El principal reto: entrar en la UE

El principal reto del nuevo gobierno serbio, liderado hasta ahora por Ana Branbic, una estrecha aliada del presidente, será terminar las negociaciones de entrada en la Unión Europea (UE), con el objetivo de adherirse en torno al año 2025.

Eso exige al mismo tiempo un acuerdo de normalización de relaciones con Kosovo, su antigua provincia, que se declaró independiente en 2008.

«Aceleraremos la vía hacia la Unión Europea, haremos más reformas», prometió Vucic, quien todavía no ha confirmado a quién propondrá como próximo primer ministro.

En clara referencia a China y Rusia, agregó que su país también guardará «a los amigos que han estado con nosotros durante la epidemia del coronavirus y cuando protegemos nuestra soberanía».

Estas dos potencias apoyan el bloqueo de Serbia a un eventual reconocimiento de la independencia de Kosovo.

Otro reto para un nuevo Gobierno será aliviar los efectos de la pandemia sobre la economía y la población.

Boicot

Vucic, líder indiscutible del SNS, no se presentó como candidato pero protagonizó la campaña y le dio incluso nombre a la lista de su partido: «Aleksandar Vucic – Para nuestros hijos».

Su popularidad en un país en que la gente quiere más a líderes que ideologías y partidos se debe en parte a la incapacidad de la oposición de articular el descontento ciudadano expresado el año pasado en una ola de protestas semanales.

Los analistas consideran que una excesiva ventaja de su partido sobre el resto de las formaciones podría estar poniendo en peligro el pluralismo de la vida política del país.

Parte de la oposición acusa a Vucic de tendencias autoritarias, incluyendo presiones sobre la prensa crítica, y de control de la mayoría de los medios de comunicación privados y públicos.

Por eso, los opositores boicotearon las elecciones por considerarlo como una forma de restar la legitimidad a Vucic.

Baja participación

Unos 6,6 millones de ciudadanos estaban llamados a las urnas para elegir este domingo a los 250 diputados del Parlamento nacional entre 21 partidos y coaliciones, muchos de ellos minoritarios o nuevos.

Una proyección aún no definitiva arrojaba de una participación de en torno al 48%, ocho puntos porcentuales menos que en las elecciones de 2016.

Debido a la epidemia de COVID-19, los ciudadanos votaron con mascarillas y guardando la distancia de prevención.

Los comicios estaban previstos para el 26 de abril, pero se aplazaron por el coronavirus.

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