Pacos

Paco Sande

Alegato.

«A base de terror llevo la paz a Chile». Increíble, no tengo palabras. Después de esta frase y de este post en el que no se sabe si realmente condenas la dictadura y las barbaridades que se han hecho, valorando como lo único positivo la economía (el dinero por encima de la vida y la libertad) no nos extrañará nada que un día digáis «a base de terror Franco llevó la democracia a España» o «a base de terror ETA llevó la paz a España». Demencial vamos, para darte de comer aparte. Vuestra doble moral y las conclusiones a las que llegáis valorando más la pasta que la vida misma para justificar el genocidio chileno o argentino son de juzgado de guardia.
Este es un comentario que he recibido en referencia a mi ultimo articulo “Pinochet, ¿héroe o asesino?” –y aunque normalmente nunca me hago eco de los comentarios, porque cada cual puede opinar lo que quiera- de este si quiero comentar al respeto porque me ha dejado las orejas rojas y los oídos zumbando.
Bien, vamos a ver: dices que en mi post no se sabe realmente si condeno o no la dictadura y la barbaridades que se han hecho, valorando como lo único positivo el dinero por encima de la vida y la libertad.
Pues no, jamás valoro ni valorare el dinero por encima de la vida de alguien, no importa que ese alguien sea el ser mas insignificante, malvado o ruin que haya parido madre. Para mí la vida siempre estará por encima de todo.
Lo que pasa que cuando digo que dejó una economía saneada. Para mi economía saneada de un país es igual a un país más prospero, con un más alto grado de bienestar y una mejor calidad de vida para sus habitantes. Comprensible ¿no?
En cuanto a la libertad, yo también valoro la libertad por encima de todo, o casi todo, porque incluso en un tema tan delicado no podemos hacer uso nulo del coste-beneficio, y es que cuando en nombre de, y gracias a, esa libertad, alguien se extralimita y amenaza con destruir tu forma de vida y tu país, es hora entonces de ponerle coto y decir hasta aquí hemos llegado, aquí paramos. Y es que se puede votar, discutir y razonarlo todo, todas las cosas que tú quieras, pero la destrucción de mi país no se discute, eso no entra en lo tratado. Lo ideal seria que todos viviésemos en paz y unidos, luchando y trabajando por una España y un mundo mejores, pero desgraciadamente siempre hay alguien que no esta contento en seguir como estamos, y quiere…, la independencia de su región o la revolución del proletariado o cualquier cosa…,¡ yo que sé!…, un mundo nuevo, y a tal fin empieza a destruir lo que con tanto esfuerzo hemos construido, y entonces surge alguien que como bálsamo de fierabrás ( que parece ser que a don Quijote le sentó muy bien, pero a Sancho la sentó como un tiro), quiere poner remedio al asunto, pero se braga tanto en el empeño, que el remedio suele -en la mayoría de los casos- ser peor que la enfermedad y acabamos todos como el perro lamiéndose las heridas y -como no- culpándonos unos a otros. Y vuelta a empezar.
Hay una película de Will Smith,”yo robot”, basada en un libro del sabio Isaac Asimov, que mucha gente que la haya visto abra salido del cine creyendo que ha visto la típica película del ser humano en el futuro, que logra construir maquinas inteligentes para que lo sirvan, pero estas alcanzan tal grado de inteligencia, que acaban rebelándose en contra de su creador para convertirlo en esclavo, dicho de otra manera, la maquina falla y lo que iba a ser un bien se convierte en un mal. Bien pues nada mas lejos de la verdad, lo que Asimov nos dice en su relato es que la maquina trabaja a la perfección, trabaja tan bien que en su lógica, libre de sentimientos, llega a la conclusión de que el ser humano lleva en su ser una condición innata, que lo llevara a su autodestrucción, y la maquina en su cerebro electrónico computa que es imposible salvarlo individualmente, entonces toma a la humanidad como un todo, y llega a la respuesta de que si quiere salvar a la humanidad tiene que sacrificar a algunos individuales para poder salvar a los demás, privando al ser humano de su libre albedrío, o sea una dictadura, te voy a salvar quieras o no. Esta es la disyuntiva en que nos pone la película. ¿Qué es mejor? Una dictadura que nos salve, nos guste o no nos guste o una democracia que nos deje ser libres, pase lo que pase. Al final es el maestro quien nos da la respuesta, haciendo que triunfe el héroe y dejando que el ser humano siga su destino.
Si yo tuviese que ponerle el final a la película, sin dudarlo hubiese escogido el mismo. Pero hay que tener en cuenta que las maquinas salvadoras de la humanidad no siempre aparecen con el rostro de dictadores como Pinochet o Franco, estos son fáciles de detectar, pero la mayoría de las veces aparecen con la cara de revolucionarios o visionarios salvadores de mundos como Robespier, Murat o Danton en la revolución francesa, Troski Lenin y Stalin en la rusa, Mao en la china y el Che Guevara y Castro en la cubana, aquí en España también tuvimos nuestra parte, con Largo Caballero, -el “Lenin español”, La Pasionaria, Margarita Nelken, Indalecio Prieto y alguno mas que andaban por allí, incluso Azaña, que se creyó que era el único español capaz de gobernar España y si la cosa fallo fue porque no hubo nadie que estuviese a su altura para secundarlo. Los catalanes tuvieron los suyos propios, como Prat de la Riba, Macias, o Companys. Y los vascos a Sabino Arana, con la diferencia de que estos no asesinaron a nadie (que se sepa) y aquellos si, pero si que pusieron su granito de arena, (muchas veces mas que un granito) en la destrucción de España y la mayoría de ellos, en cualquier país como Dios manda, serian considerados traidores a su patria y fusilados.
Y así nos fue a todos, pero lo peor es que donde aquellos se han ido, han vuelto a resurgir otros, han vuelto a aparecer nuevos salvadores y nuevos visionarios y vuelta a empezar, y siempre con la machacona idea de querer destruir España. Y es que hay pueblos que parece que solo funcionarían bajo la despiadada dictadura de un general o la fría lógica de una maquina.
Dices que no se sabe si realmente condeno o no la dictadura de Pinochet. Es que no hago ni lo uno ni lo otro, simplemente no lo juzgo, solo haciendo un poco de abogado del diablo, trato de poner algunos claros en los oscuros de su obra, y lo que si hago es criticar la alegría con que en este país nuestro, juzgamos a los dictadores, -especialmente si huelen a derechas,- me gustaría saber tu opinión si hubiese hablado de Castro-. El dictador merecía ser juzgado, pero no se hizo en su día, ahora que la historia y su pueblo lo hagan.
Supongo que sobre este post también me van a zumbar los oídos, porque como bien dice un artículo que he leído recientemente sobre científicos que van contracorriente, “explorar ideas extravagantes o postular otras contrarias a las teorías establecidas conlleva el riesgo de ser defenestrado profesionalmente” o dicho de otro modo, si vas en contra de lo políticamente correcto eres historia.

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