Palpito Digital

José Muñoz Clares

Centro abarrotado

Se ha puesto el centro en España que no hay quien vaya. Y mucho menos quien, una vez llegado, se quede. Y no es que falte voluntad, si exceptuamos a Garzón, que se dice a la izquierda de la izquierda, y al señor Coletas, D. Iglesias, que se dice etéreo y flotón muy por encima del bien, del mal, del centro y de cualquier otra cosa que tenga entidad física y la detecte google earth, con lo que está consiguiendo volverse gaseoso y diluirse en el ambiente con ese vago tufo de azufre que deja el demonio tras sí. No es que falte voluntad, repito, lo que falta es espacio para que se queden todos con los pies fijos en el centro y sin pisar callos. Así que con las citadas excepciones de nuestros amiguitos Alberto el chocolatero y Pablito el trascendente regalón, todos los demás quieren ocupar el centro de su respectivo lado, y dice el centro que no da para tanto salvo que se reinvente la heterodoxa teoría del punto gordo, por el que pasaban infinitas paralelas.

Rajoy dice que él y los suyos son el centro de la derecha; el sr. Guapito que se gobernó el PSOE para que se nos olvidara Rubalcaba dice que él es el centro de la izquierda o la izquierda del centro, no se sabe bien qué. Parece que el único que no miente es Rivera, que se limita a mantener que él es de Ciudadanos; de hecho, él es la madre que parió a Ciudadanos.  Pues bien, el sr. Guapito, después de conocer las encuestas que lo ponen por detrás de Rivera, dice que él va a empujar a C´s hacia la derecha, desde el centro, claro éstá; es decir, que le va a dar a la moto de Rivera una patada a lo Valentino, que ha acabado siendo víctima de la patada de la que era culpable, o sea, que como si le hubiera dado una patada al espejo mientras él mismo pasaba por allí. Retomando a nuestro hombre G (de guapito),  dice que la va a emprender a empujones y va a sacar a Rivera del «saloon», como en los western, y a ver si le repite en la calle lo que le ha dicho delante del pianista: ¿Que me vas a sacar tú del puesto segundo a base de votos, forastero? Eso no me lo dices en la calle, y ahi es donde empieza la acción, que acaba, según el sr. G (de guapito) con Rivera mordiendo el polvo con el culo en tierra. Y eso lo vamos a ver todos al igual que en su día nos prometió, y vimos (¿no?), funerales de Estado para las víctimas de la violencia contra la mujer a la que él y su colega «miembra» llaman de género porque lo de llamarla de sexo les parece políticamente incorrecto. Igual que sigue ahora cacareando que cuando él gobierne viviremos en una sociedad «sin violencia machista»; porque lo dice él, porque lo va a prohibir por ley, porque va a ser llegar él al poder y volverse los españoles justos y benéficos como los catalanes lo serán en la república de Mas y Forcadell, donde además de justos y benéficos pagarán impuestos como quien se desahoga en el confesionario: querida Hacienda Catalana, me acuso de haber robado a este pueblo una millonada sin importancia, si bien lo hice para acelerar el «prusés»; hijo mío, replica la HC, lo que aquí cuenta es la intención; mira Pujol, el Jedi-geta, que latrocinaba el pobre por la presión insoportable del Estado español…

Los únicos que no pueden decir que son el centro, por su situación periférica, son Convergencia, ERC y la CUP que, al bailar el chotis a tres sobre una losa, no se sabe de verdad de dónde son ni quién mete mano a quién. Aunque resulte mucho peor no saber hacia dónde van, que de momento es a elecciones en enero, mucho después de que ya en España se sepa quién se ha quedado en el centro y quién no, a pesar de los empujones.

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José Muñoz Clares

Colaborador asiduo en la prensa de forma ininterrumpida desde la revista universitaria Campus, Diario 16 Murcia, La Opinión (Murcia), La Verdad (Murcia) y por último La Razón (Murcia) hasta que se cerró la edición, lo que acredita más de veinte años de publicaciones sostenidas en la prensa.

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