Que se desplumen entre ellos
Abascal, el convidado a la gresca entre el felón y la heredera del rata, no parece ni delirante como Zapatero ni malvado como el can, así que tómeselo con calma, camarada, no entre a los trapos si no es para negar -en el sanchismo mentir sale gratis y da caché-, y deje que la aspirante a la Presidencia del Gobierno se encargue de poner