Palpito Digital

José Muñoz Clares

El Sr. D. Mar Menor

Hundidos hasta las trancas en su ser aborregado acaban de admitir a trámite los diputados una Iniciativa Legislativa Popular que persigue dotar de personalidad jurídica al Mar Menor. La coartada es que designando un par de tutores (¿Tutoras?) y creando órganos superpuestos a los que ya existen para la protección del medio ambiente se conseguirá lo que no se ha conseguido hasta la fecha: sanear la laguna y devolverla a su ser, como ya hicimos con la cloaca en que se había convertido el río Segura, que pasó de vertedero fecal a albergar nutrias hasta más abajo del puente viejo. Y eso sin ascenderlo a la categoría de señor, por el mero imperio de la Ley y el reforzamiento del viejo y buen Derecho.

El proyecto es técnicamente un dislate propio de propagandistas iletrados. Los perpetradores debieron hojear –estudiar no es lo suyo- el Acuerdo del Consejo de Ministros de 22 de julio de 2005 que aprobó unas directrices de técnica normativa que regulaban desde el necesario epígrafe de los artículos, capítulos y secciones hasta los contenidos mínimos de una disposición derogatoria. Huelga decir que el proyecto incumple concienzudamente tales directrices, lo que lo aboca al fracaso y al ridículo al ser ese el campo en el que juega la ILP, logro equiparable a quienes pretendieron dotar de oficialidad al concurso de lanzamiento de huesos de oliva en el que destacó el defenestrado Sejano del PP, aquel Teodoro de infausta memoria. Y que pare ahí la cosa porque, si cunde, la torre Eiffel acabará siendo una señora residente en París (Francia) en cuya segunda planta, entre el ombligo y la reyerta del chiste, se puede comer y beber muy bien. Con vistas inmejorables.

Se trata de un ejercicio de animismo jurídico más próximo a la hechicería ejercida a través del BOE que a un instrumento destinado a la vida real, y es de temer que acabe siendo un chiringuito más de los que han proliferado en el régimen de las autonomías y, de forma virulenta, bajo la satrapía del sanchismo. El profesor Teruel Lozano, docente de la UMU, publicó hace nada su opinión al respecto; el título exime de explicaciones: Mar Menor, impulso popular y la magia del Derecho.(1)

La promotora del engendro es una conspicua podemita a la que conozco bien por el hecho de haber sido ambos profesores en la facultad de Derecho de la UMU. Y digo que la conozco bien porque conozco sus obras, entre la que destacaré una: La Corte Constitucional de Colombia reconoce al río Atrato como sujeto de derecho: los cambios ontológicos y epistemológicos que implica reconocer derechos propios al medio natural. Estudiando la resolución colombiana debió quedar transida en términos Teresianos, y he aquí que ha acabado pariendo uno de esos monstruos que produce la razón cuando abandona los hábitos que la hacen sensata, y todo para acabar remedando aquella copla de Les Luthier sobre La Epistemología.

La corte colombiana, en su sentencia T-622 de 2016 (acudan al tío Google), no hizo otra cosa que ordenar al gobierno y a las autoridades mineras que acabaran con la minería ilegal contaminante y devastadora, eso sí, asesorados por las comunidades étnicas ribereñas del río Atrato. Es decir, doble mortal hacia delante para acabar donde estábamos: que el río está ahí, que sufre actividades contaminantes y que es el gobierno el que debe poner orden, lo mismo que ocurre con el Mar Menor, única solución que resolverá lo de la laguna: acción coordinada de los aplicadores de la ley con la iniciativa política local, autonómica y nacional.

Es de esperar que cuando el proyecto de debata y se vote más bien se bote y sea expulsado del mundo jurídico, relegado al ámbito de los juegos florales del que nunca debió salir. O no, porque el maniqueísmo sólidamente asentado hace que quien no se aborregue y vote en contra se convierta ipso facto en fascista y asesino de lagunas, así que veremos a la teresiana profesora Vicente ejerciendo de tutora del Mar Menor cuyas aguas, de puro cristalinas merced a la magia de esta chamán con pretensiones, se venderán embotelladas como base para un buen caldero, eso si no alcanzan el estatus de una nueva Lourdes ribereña y mediterránea, embotelladas dentro de imágenes de bañista en bikini con corona Burger King, porque los disparates sólo conducen a más disparates. Esa sí que es una ley inexorable de la sociología mundana que no necesita ILP porque se impone por sí misma.

(1) La Verdad, 22 de marzo de 2022. Otro profesor de la UMU, Leopoldo Olmo Fernández-Delgado, ha publicado una breve monografía que define críticamente la iniciativa desde una perspectiva técnico-jurídica en DM, Librero Editor.

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José Muñoz Clares

Colaborador asiduo en la prensa de forma ininterrumpida desde la revista universitaria Campus, Diario 16 Murcia, La Opinión (Murcia), La Verdad (Murcia) y por último La Razón (Murcia) hasta que se cerró la edición, lo que acredita más de veinte años de publicaciones sostenidas en la prensa.

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