La gran debacle de las podemitas, que con tanto entusiasmo ladraron que iba a ganar la por ellas denominada opción progresista, ha resultado un éxito total quedando a la altura de los antes despreciables Cs, lo que las convierte a ellas en tan despreciables como los por ellas despreciados. Es lo que da de sí el mensaje que han transmitido esas ignorantes cum laude que han encajado a martillazos en el gobierno de perrosánchez. Quizá, tras el éxito, le den la vuelta al género gramatical de su marca y vuelvan al unidos podemos que tanto llamaba a mujeres como a hombres, aunque sería mejor que se extinguieran por el bien de esta nación en que no creen.
Un éxito similar ha obtenido Cs, logro amasado a base de traiciones multidireccionales que empezaron a clavar su ataúd en Murcia y lo han terminado de sellar en Castilla y León. Que en paz descansen y permitan con ello, de una vez, clarear la espesa realidad política que está entre destruyendo y saqueando el país.
Fracaso estrepitoso de los autoproclamados socialistas –un veinte por ciento menos de procuradores respecto de las anteriores elecciones-, dicen ahora que el segundo partido más votado tiene derecho a formar parte del gobierno. Es una pena que eso no lo tuvieran tan claro cuando en las últimas elecciones prefirieron a las zarrapastrosas en vez del segundo partido más votado –gran coalición-, que era el PP. El cordón sanitario que tendieron en torno a las derechas se vuelve ahora contra ellos y lo menos imaginable hoy es que Mañuecos acabe pactando con la cuadrilla del perro.
En cuanto a Casado, ya no es, como muchos creyeron, el hombre llamado a echar de la gestión pública al gobierno indecente que padecemos y al indecente jefe de tropa que los lidera. Casado ha fracasado en todos los frentes. Se equivocó identificando como enemigo a Vox y ha acabado dando con el hocico en la marranera. Permitió que su mano derecha tuviera como mano derecha a un inútil certificado cuyas habilidades no dan ni para acertar con los botones verde, rojo y ámbar que hasta un niño entendería. Ese inútil le dio aire revitalizador a un psoe agonizante si no fuera por los infames apoyos comprados de proetarras, golpistas condenados y secesionistas confesos. Se subió al carro de la modificación de la ley mordaza, que ya fue duramente criticada cuando entró en vigor y ahora no se ha hecho otra cosa que quitarle algunos de los peores aspectos que tenía de origen, en parte debido al pésimo ministro que fue ese ya lejano Fernández. Y, finalmente, se apuntó al bombardeo carnívoro a base de rodearse de ovejas y vacas, muy pastoril pero escasamente serio. En la hilarante competencia entre Casero y Casado por quedar el primero en la cucaña de la inutilidad, gana Casado por goleada: Casero no es más que un tormo en el grupo popular mientras que el ganador de la cucaña aspira a dirigir este país.
Si Casado no estuviera tan apegado a la poltrona como el propio perrosánchez, convocaría elecciones internas abiertas, mujeres incluidas, para designar a quien sí pueda modernizar al PP y hacer creíble su opción para la gente que lo vota. Pero eso exigiría prescindir ya del sátrapa Teodoro y de sus atranques morales, carga y herencia que adquirió por ósmosis de los hijos de Monse, que lo convierten en un buen conservador de primeros del siglo pasado. Lo suyo es el foxtrot ahora que ya no es moderno ni el rock and roll.
Y en cuanto al brujo Tezanos, que a estas horas estará escondido en el hoyo más profundo de la vergüenza profesional, si perrosánchez se quiere ir sin el lastre de haber ideologizado hasta el dos más dos son cuatro, debe freír a Tezanos con un cese ignominioso que lo devuelva al antro de brujos del que nunca debió salir.
