Me alegra pensar que parte de los 73 millones de euros que se gasta al año perrosánchez -el que se estampó en Despeñapedros- en conocer su imagen pública, no al día sino al minuto, se dedica a que alguien nos lea a mí y a mis compañeros de PD, unánimes en la propagación de la imagen que sobrevivirá de esta época aciaga una vez enterremos al perro y a sus colegas de asociación de malhechores
Que Montero la cajera del súper se haya ido de fin de semana rumboso a costa del erario público -92.000 euros sólo el Falcon- es algo que no admite crítica, dice la Izquierda Reaccionaria, porque todos hicieron lo mismo antes que ellos. No es verdad, claro, pero lo peor no es la pasta sino la razón por la que el gran perro les dejó el Falcon y la chequera, no por emular a anteriores presidentes sino para alejar a las nenas revoltosas de la cumbre de la OTAN, como hizo Teodoro, el Sejano del PP de Casado, con sus nenas no menos revoltosas, Ayuso y Cayetana. Cayó finalmente Teodoro y caerá el perro, dejando a las mujeres a los pies de los caballos: quítate, nena, que estorbas, es lo que dijeron, y qué curioso, las del PP le plantaron cara a los machos y ganaron mientras que las femipijas se dejaron comprar con un viaje a la meca …¡del capitalismo!
Que nada afee la gesta del perro en horas sombrías, esa era la pretensión, al frente de un gobierno que se descompone en lucha interna y ya sólo se sostiene por la ambición del poder y sus prebendas, y porque saben que una vez salgan les costará un larguísimo desierto volver, y no serán ellos los que vuelvan. Tras el baño que le dio Ayuso en Madrid a esa caterva, Juan Manuel Moreno ha mejorado la apuesta con su mayoría absoluta –que ha segado la crítica por la dependencia de Vox- y una suma de votos y escaños que deja a la IR al mismo nivel que Cs: al borde de la extinción y de la irrelevancia.
Putin, ese otro perro, es un paria que ha encerrado a su pueblo en un gueto de crimen organizado que juega con el hambre de todos mientras asesina ucranianos y destruye un país soberano de forma, de momento, impune. El que se hace retocar los michelines con PhotoShop como la que se opera las tetas a los setenta, maquilla su decadencia como el gran perro la suya mientras las delirantes verdades del catecismo de la Izquierda Reaccionaria se derrumban hasta conformar un páramo intelectual y ético intolerable, bien representado por el sátrapa imperialista ruso y por el autócrata que nos ha tocado en suerte. Dos personajes, Putin y perrosánchez, evidencian ante el mundo el fracaso de esa ideología infecta y asesina, al mismo nivel que Hitler o Stalin.
Primero, en un gesto que revela el macho alfa que lo conforma –por eso echó a Iglesias-, negó la palabra en el parlamento a su sumisa e indecente socia de coalición para evitar los titulares del día siguiente ante los poderosos reunidos en Madrid. Esa femipija que nada dice de Afganistán porque son musulmanes, aunque hayan vuelto a encerrar a las mujeres en una cárcel textil (burka) y negado la escuela a las menores, se ha graduado en incoherencia avanzada con la gestión del caso Oltra, del que tampoco ha dicho palabra, cuyos detalles resultan espeluznantes: chicas menores teóricamente protegidas pero sistemáticamente prostituidas, víctimas de abusos inimaginables, chicas que llegaron hasta planear la muerte de un cliente para robárselo “tó”, mientras un alto cargo “de izquierdas” ordena no investigar para evitar el bochorno a su entonces marido y su más que previsible cese obligado una vez se conociera la delictiva tostada, que se ha acabado conociendo, como sabremos en breve el sospechoso lío de corrupción del perro y su Begoña/oño en África, que ha puesto el destino de la política internacional española en manos de un psicópata.
Y a última hora dimite Johnson abrumado por sus excesos y se nos presenta apenado porque ha perdido “el mejor trabajo del mundo”. Es lo que les pasa a quienes llegan al poder no para servir sino para servirse del mismo, como tienen acreditado los perros citados y el pelopaja de las fiestas mientras tenía al país secuestrado. La izquierda y una buena parte de la derecha se han convertido en eso: exigir ejemplaridad a los demás, como la monarquía absoluta que abatió la guillotina. La rima fácil hoja de ruta/hijo de puta la dejo para los ripiosos.
Las tumbas ya están cavadas, la del perro y la del putinesco fantoche. Yacerán muy pronto juntos en el estercolero de la historia. Y Johnson también, aunque haya hecho mucho menos daño que la pareja de perros primeramente citada.
¡Elecciones ya!
