Palpito Digital

José Muñoz Clares

En la más añeja tradición

A las culturas le costó mucho abandonar el sacrificio de víctimas humanas para aplacar primero la ira de los dioses y a los dioses mismos después, y al cabo vino el cristianismo a resucitar la costumbre. De aquellos polvos estos lodos: los malditos dioses hispanos han obligado a Mas, el hijo virginal de la moreneta, a sufrir en carne propia un calvario con más estaciones que el transiberiano, azuzado por la perfidia de una CUP farisea, sin cirineo que le valga y con la click caminera Gabriel sonriendo al ver a Arturo muerto y enterrado. Pero el bicho aún culea.

Se ha tomado Mas el divino privilegio de designar al sucesor con su dedo inspirado en la Capilla Sixtina. El dedo de Dios creador de Cataluña – si es que Dios no nació en el Alt Empordá puesto que Cataluña existe desde antes de los tiempos -; ¿Y aquién ha señalado? Pues a un tipo cuyo lugarteniente, un tal Bassols, ya fue detenido en relación con aquel feo asunto del 3%, bien que redimido por vía inguinal al ser el mozo consorte de la comisaria de Transparencia…¡¡¡ del propio Mas !!! Donde estén las tradiciones que se quite cualquier decencia. Qué tipo de acuerdos han firmado jurando sobre el porcentaje prometido sólo cabe imaginarlo a partir del discurso final, que más parecía una advertencia: que no se retiraba sino que daba un paso «al costat»; que eso lo desligaba de cualquier pacto pensado desde la «normalidad» de que él fuera el investido; que iba a seguir en política pero rechazando los altos cargos que le han ofrecido – tiene apalabrado uno que lo llevará de aeropuerto en aeropuerto predicando la fe catalana -, y que su misión pasa ahora por reflotar CDC después de la debacle. Nada dijo del miedo a las urnas que lo tenía sin vivir por si se le daban como al pobre Garzón, que ha condescendido a desmontar el tinglao comunista cuando ha comprobado que en ese credo ridículo ya no cree nadie más que él y el chico que le pega los carteles. Pues Mas ni siquiera ha desmontado el chiringuito. Al contrario, sigue siendo amiguito de Pujol (¿Alguien imagina a Rajoy reunido con Bárcenas después de lo que sabemos?), y lo que ha hecho ha sido blindarse tras una primera fila de carne de cañón alegando que a él le da risa ancabezar la futura escabechina. Pronto los engañados empezarán a sentir en sus antecedentes penales la desazón del salto al vacío entre la legalidad española negada y la catalana por venir. Los primeros en caer serán los panolis que se han dejado poner en esa primera oleada – Forcadell, Jonqueras, Munté y  Puigdemont -, para tomar las playas que Mas no se atrevió a pisar; ante el TC sostuvo que aquello no era más que un mero deseo, una chiquillada de las que hablaba Arzálluz cuando ardían autobuses en honor de la patria vasca. Forcadell ya se ha enterado cuando ha querido ir a Madrid. Puede que le dé igual ahora pero irán cayendo, uno tras otro, para acabar en un experimento al estilo Kosovo o en una reedición de la embestida intentando negociar con el Estado español una salida airosa al hecho de que muchos creen, porque así lo ha dicho el profeta, que tienen la independencia al alcance de la mano, y para ese momento se ha reservado Mas. Igual que Franco, piensa que lo ha dejado todo atado y bien atado. Lo dicho: en la más añeja tradición.

 

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José Muñoz Clares

Colaborador asiduo en la prensa de forma ininterrumpida desde la revista universitaria Campus, Diario 16 Murcia, La Opinión (Murcia), La Verdad (Murcia) y por último La Razón (Murcia) hasta que se cerró la edición, lo que acredita más de veinte años de publicaciones sostenidas en la prensa.

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