Palpito Digital

José Muñoz Clares

Podemos se va al infierno de la mano de Iglesias

En la radio – donde la escisión oyentes/escuchantes sigue avanzando hacia el terreno del cisma – escuché el día antes del día de reflexión una entrevista con una más entre las «miss desparpajo» podemitas a la que el periodista preguntó abiertamente qué le parecía el rechazo de los suyos a las donaciones del dueño de Zara.

La chica, que se expresaba con la ansiedad adolescente que las caracteriza, nos aburrió con obviedades sobre servicios públicos que han de ser financiados por vía impositiva y, añadió de su cosecha, no mediante la caridad.  El periodista concretó más su pregunta: al margen de la necesaria financiación pública de los servicios, ¿rechazaría usted los 300  millones de euros con los que el sr. Ortega ayuda a mejorar el diagnóstico de miles de enfermos de cáncer? Y ahí fue donde la moza dio un recital que explicaba, con varios días de antelación, por qué Podemos se iba a dar el humillante batacazo que se ha dado: porque siguen en tiempos de consignas aprendidas en el catecismo marxistoide en que se han formado, y sólo están dispuestos a atender a los hechos a condición de que estos no pongan en cuestión la ortodoxia porque, si no es así, no cambiamos el mundo como Marx nos tiene dicho que hay que hacer. Y acabó definiendo al sr. Ortega como el hombre rico que se va de un restaurante sin pagar la cena pero, a cambio, deja una propina espléndida. Una mentira como las que asiduamente suelta Trump.

Faltaron preguntas para destriparla del todo:  ¿le consta a usted que el sr. Ortega haya defraudado a la Hacienda Pública, que es el equivalente al irse sin pagar de un restaurante? ¿Le consta que por el hecho de hacer esas donaciones el sr. Ortega dejaba de pagar impuestos significativamente aunque fuera dentro de la ley? Y así, embrollada consigo misma, incapaz de resolver el jardín en que se había metido, acabó dando la imagen que sus actitudes transparentaban: que a ellos lo que les molesta es que haya gente que se ha hecho rica legalmente. Que por sus cabezas huecas circula el bulo eterno según el cual la existencia de pobres es la consecuencia directa de la existencia de ricos, aunque tal equivalencia acabe cuando los que acceden a la riqueza son ellos, momento en que la cosa se convierte en que la derechona fascista no soporta que uno de izquierdas gane dinero. En fin…

Iglesias es el único líder nacional que no salió la noche electoral a explicar las razones de su fracaso. Igual que hizo con el chalet, la responsabilidad se la la ha derivado a todos sin necesidad de referéndum. Y el hecho de que Errejón haya podido con Podemos en Madrid y que Podemos, en general, se haya dado el batacazo de la jornada no tiene que ver con el hecho de que Iglesias lo mismo apoya a los pobrecitos etarras perseguidos que a los pobrecitos golpistas catalanes encarcelados; que si va a Canarias tiene  que ser bajo la bandera independentista canaria; que si alguna bandera aprecia es la republicana, y todo lo anterior lo convierte en persona no de fiar a efectos de servir a España, que es de lo que va cualquier votación. La gente lo ha entendido y ha dicho de no votarlos mientras tengan al frente a un adolescente en plena crisis de identidad y a su novia la portavoza.

Así que un aspecto de la cuestión se ha despejado: o los de Podemos echan a Iglesias o Iglesias los echará a todos y se quedará a ser virrey en una célula insignificante de rojazos de salón. ¿O es que se cree Iglesias que la debilidad que ha propiciado no la ha sabido leer Sánchez a la hora de pensar en socios, preferentes o no?

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José Muñoz Clares

Colaborador asiduo en la prensa de forma ininterrumpida desde la revista universitaria Campus, Diario 16 Murcia, La Opinión (Murcia), La Verdad (Murcia) y por último La Razón (Murcia) hasta que se cerró la edición, lo que acredita más de veinte años de publicaciones sostenidas en la prensa.

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