Una desgracia y, sobre todo, una fatal e inaudita falta de previsión.
Este 18 de mayo de 2025, la ciudad de Nueva York amanece con la resaca de una tragedia inesperada.
El velero Cuauhtémoc, buque escuela de la Armada mexicana y símbolo de formación naval para generaciones de marinos, colisionó anoche contra el emblemático puente de Brooklyn mientras navegaba por el East River.
El saldo provisional es devastador: dos personas han perdido la vida y al menos 19 resultaron heridas, cuatro de ellas de gravedad.
The ARM Cuauhtémoc (BE01), a sail training vessel of the Mexican Navy who has been in New York City since May 13 on a goodwill visit to the United States, struck the Brooklyn Bridge tonight while trying to depart the South Street Seaport. The mast of the ship suffered serious… pic.twitter.com/BMttrYjm8f
— OSINTdefender (@sentdefender) May 18, 2025
La información oficial apunta a que la nave, con 277 personas a bordo —entre tripulantes, cadetes e invitados—, perdió potencia poco después de zarpar del muelle 17, quedando a merced del fuerte caudal del río.
Según explicó el jefe de operaciones especiales de la policía neoyorquina, “el Cuauhtémoc perdió fuerza motriz y una avería mecánica lo desvió directamente hacia uno de los pilares del puente”.
El mástil principal impactó violentamente contra la estructura, provocando lesiones graves a varios marineros que se encontraban en cubierta en ese momento.
Las autoridades locales han confirmado que ningún pasajero cayó al agua durante el incidente. Los heridos fueron evacuados rápidamente al hospital Bellevue, mientras equipos especializados inspeccionaban el puente.
Por fortuna, los ingenieros municipales no han detectado daños estructurales relevantes en el viaducto.
The Mexican Navy’s training ship Cuauhtémoc nearly tipped over in New York.
Surprised invasions are harder that they look…. pic.twitter.com/fhn6ypajlM— Caballero (@GentlmanBrown) May 18, 2025
Un buque escuela con historia
El Cuauhtémoc es mucho más que un simple barco. Desde su botadura en 1982, este velero ha sido embajador flotante de México y plataforma formativa para miles de oficiales navales. Ha recorrido más de 756.000 millas náuticas y visitado 212 puertos en 64 países; toda una vida dedicada al mar y a la diplomacia internacional.
En cada travesía, sus cadetes no solo aprenden maniobras y técnicas marineras: también actúan como representantes culturales y promotores del entendimiento entre naciones. En su última campaña, el buque había partido desde Cozumel rumbo a Islandia, tras completar escalas en varios puertos del continente americano.
El accidente ha supuesto un duro golpe para la imagen internacional del navío y plantea preguntas sobre los protocolos actuales de seguridad marítima en entornos tan transitados como el puerto neoyorquino.
Elcano y los grandes buques escuela del mundo
La tragedia del Cuauhtémoc pone también bajo el foco la tradición global de los buques escuela —auténticas universidades flotantes— que forman a los futuros oficiales navales. España ostenta uno de los ejemplos más reconocidos con el Juan Sebastián de Elcano, bergantín-goleta botado en 1927 y considerado un referente mundial por su longevidad y prestigio. El Elcano sigue realizando cruceros de instrucción por todo el globo, recalando en América Latina, África o Asia como parte esencial del adiestramiento de los guardiamarinas españoles.
Otros países cuentan con embarcaciones similares:
- BAP Unión (Perú): Actualmente es el mayor velero escuela latinoamericano. Embarca cada año a decenas de cadetes peruanos e internacionales para viajes transatlánticos que refuerzan lazos regionales y enseñan valores navales clásicos.
- BAE Guayas (Ecuador): Con base en Guayaquil, este bricbarca ha visitado más de 60 puertos en 25 países y actúa como embajador ecuatoriano en regatas internacionales y eventos diplomáticos.
- ARC Gloria (Colombia) y ARBV Simón Bolívar (Venezuela): También construidos en España, estos veleros cumplen funciones similares para sus respectivas armadas.
- Otros ejemplos destacados son el alemán Gorch Fock, el portugués Sagres, o el estadounidense Eagle.
Estos navíos no solo perpetúan tradiciones marítimas centenarias; también promueven la cooperación internacional y sirven como plataformas para ejercicios conjuntos o visitas protocolarias entre naciones.
¿Cómo evoluciona ahora la situación?
Las próximas horas serán clave tanto para esclarecer las causas técnicas exactas del accidente como para valorar su impacto diplomático entre México y Estados Unidos. El embajador mexicano en Washington ha agradecido públicamente la colaboración inmediata prestada por las autoridades neoyorquinas e insistido en que “el Cuauhtémoc representa no solo a nuestra marina sino también a toda Latinoamérica”.
Mientras se investiga si un fallo mecánico o humano estuvo detrás del siniestro —y si era posible evitarlo—, expertos navales ya se preguntan si deben revisarse las rutas autorizadas para grandes veleros bajo puentes históricos o si conviene reforzar protocolos ante emergencias técnicas imprevistas.
La comunidad marítima internacional observa atenta. El siniestro reabre viejos debates sobre riesgos operativos en zonas urbanas saturadas pero también recuerda la importancia simbólica y educativa que estos buques siguen teniendo para miles de jóvenes marinos.
En definitiva, la colisión del Cuauhtémoc bajo el puente de Brooklyn deja una huella dolorosa pero también invita a reflexionar sobre cómo conjugar tradición naval, seguridad moderna y cooperación global en aguas cada vez más concurridas.