Ponchos rojos, la mafia de Evo Morales

La preocupante situación por la que está pasando Bolivia es fácilmente comprobable observando la naturalidad con que los “ponchos rojos” describieron ante los periodistas su terrible y cruel acción. Tan pública amenaza a la oposición les está saliendo gratis, sin embargo.

Degollar dos perros es además de una muestra de atraso, crueldad e ignorancia impropia de culturas como las andinas, tan en contacto con la Pachamama, prueba de la cultura impositiva propia de los regímenes dictatoriales y fascistas, de derechas o de izquierdas, monta tanto, que se consideran los únicos representantes auténticos del auténtico pueblo, únicos dignos y capaces de salvar a la Patria.

Cuando un dirigente político o su partido se consideran los únicos capaces, los únicos con razón, deciden prescindir del resto y construirse una patria a su medida, para ellos solos, expulsando a los demás, que es lo que está pasando en tan empobrecido país. La constitución se acaba de redactar en un acuartelamiento militar, entre disparos y manifestaciones apenas a un kilómetro, y con la ausencia de los diputados de la oposición. ¿Qué clase de constitución va a ser ésa?

De una u otra forma Bolivia ha buscado de nuevo, como ha hecho históricamente de manera recurrente, la solución de la fuerza, de los militares de siempre, que han cobijado en sus instalaciones al MAS y sus diputados. Bolivia tiene mal futuro, tanto por incapacidad de sus dirigentes como la imposibilidad de su sociedad civil de regenerarse, superarse y producir líderes capaces de dirigir la nación hacia un futuro mejor.

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Pedro de Hoyos

Escribir me permite disfrutar más y mejor de la vida, conocerme mejor y esforzarme en entender el mundo y a sus habitantes... porque ya os digo que de eso me gusta escribir: de la vida y de los que la viven.

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