Occidente degenera, me convierto al Islam

Desde hace ya tiempo tengo claro que Occidente degenera. A veces, quizá animado por un regenerante sanfrancisco, me entra la duda y pienso que no, que el que degenera soy yo y por eso me lleno de pensamientos negativos. Cosas de la edad, me digo, que cuando uno se hace mayor ya se sabe…

Sin embargo acaban de darme la razón. Nada menos que han concedido el Nobel de la paz a Yaser Arafat y a Isaac Rabin. Bueno, a Barak Obama, ustedes ya me entienden. O sea, que era verdad, que Occidente degenera y yo tenía razón. Y la degeneración no empieza por los mediterráneos temperamentales y morenitos, improvisadores y desorganizados, no. Empieza por los nórdicos, los cuadriculados, los previsores, los fríos cabeza-cuadrada de Escandinavia.

La señá Rita es una bendición, tiene un puesto de churros dos esquinas más abajo y es una artista del churro, la de docenas que le habré consumido yo. Todas las mañanitas, todos los días laborables. Y los sábados, mañana y tarde. El frío que le habré visto pasar a la señá Rita bajo las heladas mesetarias de Tierra de Campos. Y qué puñeteramente buenos son sus churros. Ella sí que se merece el Nobel de la paz, la de familias que habrán permanecido unidas tras merendar sus churros con chocolate. Que los churros unen, eh. Primero, mientras bajas por ellos te alejas de las inoportunas visitas que tienes en casa; mientras vuelves los hueles y te calmas los nervios; y cuando subes te reciben con vivas y parabienes y te conviertes en el ser más feliz del universo. Nóbel para la señá Rita.

Sin haber vendido un pajolero churro a Barak Obama le han dado el Nóbel de la paz. Tiene la mejor churrería de la ciudad, tiene las mejores cuñas publicitarias para su negocio y llevamos muchos meses oyéndolas en todas las emisoras y leyéndolas en todos los medios. Cuñas publicitarias muchas, pero churros no ha vendido ninguno todavía lo que no obsta para que le hayan nombrado “Churrero mayor del Reyno”. Qué desprestigio para el Nóbel y para la paz. Como aquel otro concedido en 1994 a Rabin y Arafat por haber firmado unos acuerdos de paz que nunca cumplieron.

No soy yo, Occidente degenera. El futuro es de Ben Laden y los suyos, voy a preguntar a la señá Rita si sabe de alguna mezquita. Pa convertirme.

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Pedro de Hoyos

Escribir me permite disfrutar más y mejor de la vida, conocerme mejor y esforzarme en entender el mundo y a sus habitantes... porque ya os digo que de eso me gusta escribir: de la vida y de los que la viven.

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