Todos somos absolutamente permeables a la publicidad ambiental, todos somos manipulables, especialmente por los políticos y su omnipresente presencia, pactada, a turnos, insistente. Nadie es independiente, nadie tiene suficiente capacidad para no necesitar información externa de medios que tras su supuesta imparcialidad y honradez ofrecen simplemente un punto de vista particular, interesado y parcial. ¿Se acuerdan de las prioridades de Podemos cuando creían que iban a tocar poder? Efectivamente, el control de los medios oficiales y de los servicios de información policiales.
Acepto que médicos y bomberos catalanes sean humanos, muy humanos, y se hayan visto arrastrados por el tsunami informativo, opinativo y manipulador de los medios de comunicación de los que la Generalitat dispone, tanto públicos como subvencionados. Acepto que no hayan tenido capacidad de resistirse a la manipulación que la tormenta perfecta de publicidad engañosa y sectaria de Torra y sus predecesores. Son humanos y por lo tanto permeables a la manipulación. Como usted y yo.
Pero que esos mismos bomberos que fueron parte de la fuerza de choque de las manifestaciones a favor del proceso de independencia se den cuenta ahora de que ese proceso les estaba robando sueldo, medios e instrumentos de trabajo parece demasiado simple, demasiado infantil, un poco nenaza. Que salgan ahora a protestar, enfrentándose a los mossos, contra los políticos que les han llevado a esta curiosa situación es infantilmente contradictorio.
Claro que… a lo mejor en vez de haber hablado de “bomberos y médicos” debería haber hablado de sus respectivos sindicatos, que los movilizan cuando quieren y contra lo que quieren, entreteniéndoles mientras tanto en elucubraciones distintas. Insisto, ¿esos sindicatos que contienen y movilizan a sus militantes más allá de puras reivindicaciones laborales o profesionales no tienen ninguna responsabilidad? Nenazas manipuladas. Manipuladoras.