Estaba invitada desde el pasado viernes pero Rocío Monasterio, dirigente de Vox en Madrid, no apareció en el plató de ‘La Noche en 24 Horas’. Y eso a pesar de que dos horas antes del programa TVE lanzó un vídeo en el que se anunciaba la presencia de Arnaldo Otegi y Rocío Monasteiro para sendas entrevistas a cada uno de ellos. E incluso, al principio del programa Marc Salas aseguró que la dirigente verde estaría en el espacio.
Pero tras la entrevista a Arnaldo Otegi, Marc Salas se limitó a dar lectura del tuit de Rocío Monasterio rechazando acudir al programa al entender que se la estaba usando para ‘contrarrestar’ la entrevista a Otegi y tratar de suavizar la indignación que su entrevista producía.
La postura de Monasterio comprensible, aunque también se hará cargo de que TVE es también de todos los votantes de Vox, muchos de los cuales querrían escucharla a ella y se tuvieron que tragar a toda la entrevista con los argumentos de Otegi y se quedaron sin escuchar a Monasterio, que podía haber ido a deplorar lo dicho por Arnaldo Otegi.
De lo de diga Otegi, nada puede sorprender ya. Su relato ya es conocido: que ETA dejó de matar, pero no por ningún cerco policial, sino porque ellos mismos así lo decidieron y gracias a Otegi. Que no condena, porque mira al futuro y demás argumentos de siempre.
Pero al César lo que es del César. TVE no es TV3 y, al contrario que ocurrió en las entrevistas a Arnaldo Otegi en espacios como ‘Preguntes Frequents’, donde no se hacía ninguna referencia al historial criminal de Otegi, es más, se llegó a escuchar a algún tertuliano que, a un nivel ético nauseabundo, llegó a negar incluso que Otegi hubiera cometido delito alguno nunca, Marc Salas sí había hecho los deberes y puso sobre la mesa el historial criminal de Otegi. Le inquirió varias veces para que condenara la violencia, para que se disculpara a las víctimas y para que diera información para los crímenes sin resolver.
Nada sirvió. Otegi no se salió de su discurso. Marc Salas ya sabía que Otegi no iba a ceder, pero mantuvo la dignidad periodística, así como el resto de tertulianos con Brunet a la cabeza.
Le caerán críticas. Pero ha quedado claro que Marc Salas no es Laura Rosel y que TVE no es TV3.
