José Pablo López cumplirá el 29 de abril un año como director de Contenidos Generales de la Corporación y lo va a celebrar con un triste regalo: el hundimiento de Masterchef, uno de los formatos internacionales de mayor audiencia. No en vano, su última emisión de este pasado martes marcó un triste 9,8% de cuota de pantalla y 1.122.000 espectadores.
Pero esto solo es la punta del iceberg que ha hecho saltar las alarmas en Moncloa. Según fuentes próximas a Moncloa, esta situación catastrófica ha provocado la reacción del equipo de Pedro Sánchez y ya le vigilan de “reojo”, como explican estas mismas fuentes. Porque lo único que le falta, al ya de por sí cuestionado Sánchez, es encarar este año electoral con el problemón añadido de que RTVE se ve día sí y día también en los medios de todo el país a causa de sus numerosas polémicas.
Este año de gestión, bajo el paraguas de la jefa suprema, Elena Sánchez, es un verdadero cúmulo de malas decisiones que ha desembocado en un desastre de audiencias, de cambios de programación incomprensibles, derroche económico sin precedentes y hasta protestas sindicales.
Los cambios que realiza continuamente el director de Contenidos de TVE marean a cualquiera, con el consiguiente resultado de que el público deja de ver la cadena y los programas se hunden uno tras otro, generando enfado y desconfianza en la audiencia. Se sabe, y con cierta dificultad, cuándo se estrena un espacio, pero no dónde se verá la siguiente emisión.
Lista de fracasos
Esto ha pasado con Vamos a llevarnos bien (cancelado con una sola emisión), los concursos Cover night (saltó de jueves a sábado para regresar al jueves) y El Comodín (desapareció un día sin previo aviso y volvió reducido), la serie La caza. Guadiana (se anuncian episodios dobles y sólo emiten uno), Días de tele (empezó un martes y acabó en los miércoles), Todos contra 1 (pasó de jueves a martes, para ser cancelado) o Brigada Tech (estrenado en La 1 y pasado a La2).
La lista es interminable, pero el mayor damnificado es el programa estrella internacional de la casa: MasterChef (con polémica sanitaria incluida tras 44 intoxicados), que, tras ser troceado y emitido tres días consecutivos, ha acabado con una audiencia catastrófica.
A todo esto, se une el derroche económico, una lluvia de millones de euros que supone el gasto de los programas, series, presentadores y colaboradores que pasan por el ente público, incluidos deshechos de Mediaset como Rocío Carrasco o Kiko Rivera en Días de tele.
Desde CC.OO. han protestado: “Nunca, como viene sucediendo ahora, TVE ha fracasado con tanta reiteración en la apuesta por los programas con mayor coste de la parrilla”, y añade que son “los peores datos de audiencia en la historia de RTVE”.
Disparar y malgastar con pólvora del rey cuando el dinero no es tuyo, sino público es verdaderamente sangrante. A lo que se une el saqueo de los presupuestos de TVE paulatino y a manos llenas por parte de las productoras afines a Moncloa como LACOproductora y The Pool, vinculadas al Grupo Prisa, o Mediapro, junto al disparatado coste que representan el resto de productoras.
Moncloa ya está en fase de alarma ante este espeluznante cuadro, lo que no se sabe es hasta cuándo soportará este verdadero desastre de gestión de la histórica TVE.