Mazazo para Pablo Iglesias.
El que fuera líder de Podemos ha perdido el juicio contra el coronel Diego Camacho después de que el Tribunal Supremo haya inadmitido el recurso de casación de Iglesias al considerar que las sentencias dictadas por la Sala de lo Penal y por la Sala Provincial de Madrid estaban plenamente fundadas en derecho.
El ex agente del servicio secreto expresó, en declaraciones a Periodista Digital, su gran satisfacción después de que la Justicia le haya dado la razón y obligue a Pablo Iglesias a pagar las costas.
Según relata Camacho, todo comenzó con un artículo que escribió en el Correo de España en el que, el coronel se había «limitado» a analizar una serie de informaciones que tenían su origen en otros periodistas.
El coronel de infantería retirado relató su gran satisfacción al ganarle el pulso a Iglesias:
«Para mí ha sido personalmente la mejor noticia que he tenido al inicio de la primavera, porque el tema llegó al Supremo, entonces el último recurso de Pablo Iglesias era un recurso de casación y entonces el Tribunal Supremo ha inadmitido el recurso de casación de Pablo Iglesias. Para mí supone, indudablemente, quitarme una preocupación importante porque en los 79 años que calzo nunca he calumniado a nadie y entonces el verme libre de esa cuestión ha sido una gran satisfacción y felicitarme que haya prevalecido el derecho tan importante para los que ejercemos el periodismo de la libertad de expresión«.
¿Qué buscaba exactamente el cofundador de Podemos con esta denuncia? El fin del ex vicepresidente segundo del Gobierno era acusar a Camacho de calumnia o injurias, tal y, además, pedía una indemnización de 18.000 euros y cuatro meses de multa a 200 euros por día.
Lo más llamativo, señaló Camacho, es que a pesar de que el militar se había limitado a analizar una serie de informaciones de terceros en el artículo causante de la denuncia, Iglesias afirmó en el juicio oral que había emprendido acciones legales contra él por el mero hecho de haber sido militar, «me dejó patidifuso», indicó el coronel.
Preguntado por la «obsesión» de la izquierda ante figuras como la que representa, Camacho apuntó:
«Yo no represento nada ni represento a nadie, yo realmente soy un ciudadano, en mi vida anterior fui militar en activo y espía también en activo, pero ahora soy un jubilado. Tengo la suerte de haber encontrado una dedicación al periodismo radiofónico en vez de quedarme en casa sin saber qué hacer. Yo me siento muy realizado ahora mismo con lo que hago, pero claro, yo en el periodismo radiofónico no represento a nadie ni soy nadie en realidad. Tengo un par de programas y participo en otros, pues encantado de tener esa oportunidad, pero eso no quiere decir que me considere una persona que me pueda tener nadie ningún tipo de miedo, pero yo creo que es un gran honor«.