ARTÍCULO PUBLICADO EN ‘EL DEBATE’

Luis Ventoso: El repugnante poseudoperiodismo de la TVE sanchista

Luis Ventoso critica a TVE por emplear una denuncia prescrita contra Adolfo Suárez para desviar la atención del escándalo de acoso sexual en la Moncloa, señalando un seudoperiodismo al servicio del poder.

Luis Ventoso: El repugnante poseudoperiodismo de la TVE sanchista
Censura, represión. PD

Luis Ventoso, en su columna de opinión publicada en El Debate el 20 de diciembre de 2025, titula su artículo Repugnante seudoperiodismo y desnuda a una verdad incómoda: la televisión pública española, bajo control del PSOE y sus compinches, ha decidido machacar la memoria de Adolfo Suárez para desviar la atención del escándalo de acoso sexual que afecta al círculo cercano de Pedro Sánchez.

En el inicio, el autor recuerda que todo surge de un dato que, por sí mismo, ya sería devastador para cualquier Gobierno: «Como saben, se ha destapado que un estrecho asesor de Sánchez practicaba el acoso sexual en las oficinas de la Moncloa».

A partir de este punto, el texto se convierte en una crítica feroz hacia lo que califica como un ecosistema mediático sanchista, donde TVE juega un papel central.

La idea principal de Ventoso se fundamenta en una serie de acontecimientos: mientras aumentan los casos de acoso y abusos sexuales en el PSOE –denuncias internas, silencios prolongados y una reacción tardía solo cuando estalla la noticia–, la televisión pública habría optado por poner en primer plano una denuncia sin recorrido penal contra el ya fallecido Adolfo Suárez, presentándolo como un abusador sin posibilidad alguna de defensa. Según sostiene, esta maquinaria tendría un objetivo político: opacar la crisis de credibilidad de un Gobierno que se vende como feminista mientras enfrenta un “MeeToo en el PSOE”.

Suárez, de artífice de la Transición a chivo expiatorio televisivo

Ventoso comienza reconstruyendo la figura del primer presidente democrático como contraste a la operación mediática que denuncia. Resalta que en un país no afectado por lo que denomina “cainismo guerracivilista”, la figura de Adolfo Suárez sería objeto de respeto general y estudio en las aulas. Lo describe como un político sin pretensiones intelectuales pero con una eficacia crucial durante la Transición, capaz de llevar a cabo un cambio de régimen bajo presiones históricas abrumadoras, entre el terrorismo de ETA y la resistencia férrea de sectores inmovilistas del franquismo.

En ese contexto, el columnista también reivindica la dimensión personal del ex presidente, su matrimonio con Amparo Illana, los cuarenta años compartidos y las dificultades finales marcadas por el cáncer, así como las pérdidas familiares y once años sufriendo Alzheimer hasta su fallecimiento en marzo de 2014. Frente a esa biografía rica y compleja, el salto al presente resulta brusco y deliberadamente incómodo: pasa de ser símbolo vitalicio de la Transición a acusado póstumo por abusos sexuales. Ventoso escribe que la percepción pública sobre Suárez puede cambiar drásticamente “debido a la vileza de cierto antiperiodismo” amplificado por una TVE “fuera de control”.

Aquí aparece el primer bloque textual clave, donde el autor vincula el escándalo monclovita con la ofensiva contra Suárez:

«Hubo dos denuncias de empleadas militantes del PSOE, pero el partido no reaccionó hasta cuatro meses después cuando el escándalo llegó a los medios. A ello se suman las aficiones putañeras del clan Ábalos, la sombra del caso Sabiniano y varios episodios que han dado pie a una especie de… MeeToo en el PSOE. Su falsa etiqueta feminista empieza a resquebrajarse».

El contexto externo respalda este marco: simultáneamente, diversas informaciones y reacciones políticas retratan una cascada alarmante de denuncias por abusos y agresiones sexuales dentro del ámbito político español. En lo concerniente a Suárez, una mujer ahora adulta ha denunciado ante las autoridades supuestos abusos continuados entre 1982 y 1985 mientras era menor; sin embargo, estos delitos ya están prescritos y su acusado ha fallecido hace más de diez años. La denuncia ha sido remitida a los juzgados madrileños como parte de un proceso sin futuro penal claro, más enfocado hacia una forma simbólica de reparación que hacia un juicio convencional.

La jornada televisiva: 45 minutos contra un muerto

El núcleo central del reproche que Ventoso lanza contra la RTVE sanchista se concentra en una jornada concreta dentro su programación. Según detalla, esta habría sido planificada para convertir a Suárez en un villano sexual mientras se atenúa el impacto del caso acoso dentro del Gobierno. Bajo un subtítulo claro –«TVE dedicó su jornada a machacar la memoria de Adolfo Suárez pintándolo como acosador sexual cuando no puede defenderse; todo para opacar lo del PSOE»–, Ventoso desgrana una escaleta que considera bordea lo inaceptable.

Uno de los fragmentos más impactantes aparece aquí:

«Dentro esta táctica del “y tú más”, ahora han elegido como blanco a Adolfo Suárez; quien dejó la presidencia hace 44 años y falleció hace once. Surge justo ahora cuando se precisa testimonio femenino sobre supuestos abusos sufridos entre 1983 y 1985 cuando tenía 17 años».

La sincronía temporal es uno los elementos más destacados por el articulista: mientras RTVE abre sus informativos y programas con relatos detallados sobre las acusaciones contra Suárez –con fechas concretas y descripciones crudas sobre los presuntos episodios violentos–, el escándalo interno dentro del PSOE aparece diluido o relativizado bajo argumentos como “los abusos ocurren en todas partes”. Para Ventoso, este guion responde a órdenes políticas concretas: embarrar el terreno, repartir culpas entre todos y disminuir así la gravedad del caso propio.

Esta lógica compensatoria enlaza con lo expuesto en el título del artículo: “seudoperiodismo”. No solo estaría implicada una mala praxis o exceso informativo; sino también una estrategia comunicativa consciente al servicio partidario. Ventoso reserva su juicio más severo para esa estructura mediática que considera cómplice del Gobierno.

La Brunete Pedrete mediática y RTVE llena de enchufes

En medio esta crítica aparece implícitamente lo que muchos desde la derecha identifican como la “Brunete mediática” durante la era Sánchez, aquí transformada en “Brunete Pedrete”: un frente formado por medios afines dispuestos a suavizar escándalos gubernamentales mientras amplifican los ajenos. Ventoso posiciona a TVE como pieza clave dentro este engranaje; señala su plantilla salpicada por casos evidentes de nepotismo e intereses personales.

En uno los párrafos más incisivos menciona al presentador Javier Ruiz, al cual califica sin reparo alguno como apologista del sanchismo:

«Javier Ruiz es apologista declarado del sanchismo; debería haber sido despedido tras presentar a una cocinera hospitalaria como médico para atacar al sistema sanitario andaluz durante crisis sanitaria. Dedicó ¡45 minutos! su programa presentando a Adolfo Suárez como corruptor menores.».

La crítica permite desmenuzar varios aspectos:

  • El contexto previo donde Ruiz habría confundido roles al presentar erróneamente figuras públicas para criticar gobiernos regionales –un ejemplo claro manipulación informativa cuya consecuencia debería haber sido su despido.
  • La magnitud temporal dedicada al tema sobre Suárez –45 minutos centrados en alguien fallecido sin delito perseguible ni posibilidad alguna defensa– resulta desproporcionada comparada con cómo aborda otros casos relacionados con el PSOE.
  • Además está construcción narrativa: retratar al expresidente como “corruptor menores”, un tipo penal cargado socialmente; todo ello basado en denuncias graves pero tardías con contradicciones relevantes señaladas por personas cercanas al expresidente..

El ataque no se limita solo Ruiz. Ventoso amplía su crítica hacia lo que denomina directamente como “enchufes” y prácticas clientelistas dentro RTVE. Afirma que Ruiz tiene contratada entre sus colaboradores a su pareja sentimental; quien aparece constantemente atacando oposición desde ese canal público. Asimismo menciona otro rostro visible dentro plantilla actual, Gonzalo Miró, tildándolo directamente como un “mamporrero protegido por régimen”, sumándose también caza contra Suárez alineado con nuevas directrices establecidas desde arriba.

Así surge retrato inquietante donde RTVE parece colonizada por sanchismo; profesionales transformados –según autor–en auténticos militantes mediáticos formando parte esa “Brunete Pedrete” operando defensivamente para proteger Gobierno actual. Ventoso articula así idea central malestar conservador respecto corporación pública: disminución confianza neutralidad percibida siendo financiada con dinero todos para sostener propaganda partidaria.

El contraste con figura histórica Suárez y memoria democrática

El artículo publicado en El Debate ofrece también otra lectura subyacente: batalla por preservar adecuada narrativa sobre memoria histórica vinculada Transición española. La denuncia presentada mujer acusando agresiones sufridas durante años 80 abre debate incómodo donde coexisten exigencias escuchar voces víctimas junto defensa figura política ex presidente.. La propia denunciante ha manifestado bajo pseudónimo haber dado este paso no buscando proceso penal –imposible debido prescripción sucesos– sino para dejar constancia trauma personal e interrogar pedestal desde donde construyendo relato oficial democracia española..

Frente esta interpretación generalizada Ventoso opta enfocar análisis diferente: resaltando cómo estadista fallecido ya no puede defenderse rodeado testigos ausentes cuya acusación llega cuatro décadas después. Así presenta otro fragmento determinante:

«Suárez está muerto; no tiene opción defensa. Muchos compañeros labor han fallecido quienes podrían respaldar versión hechos; además delitos están prescritos evidentemente; secretaria niega acusaciones rotundamente. Pero nada detendrá pútrida TVE».

Esta referencia conecta además con otros análisis previos destacando dificultades establecer verdaderas certezas judiciales cuando llegan tan tarde estos asuntos carecen posibilidad investigación profunda o contradicción procesal quedándose mayormente terreno simbólico reparación pública así revisión canon figuras consideradas “padres patria”.. Por otro lado caso ha suscitado ola reacciones políticas significativas: desde posición radical Podemos pidiendo retirada honores otorgados a Suárez comenzando por nombre aeropuerto Madrid-Barajas hasta cierta cautela expresada PSOE ofreciendo “solidaridad” denunciantes dejando abierta puerta examinar potencial encubrimientos entorno ex presidente mencionado anteriormente..

Sin embargo Ventoso no ahonda matices legales ni debate feminista subyacente. En cambio presenta glosa clara dirección inequívoca: criticar lo percibe uso espurio dolor mujer junto memoria expresidente únicamente buscando propósitos inmediatos banales salvaguardar imagen PSOE ante creciente escándalo propio.

De información arma política: cuando “no son periodistas”

El cierre artículo destila condena moral contundente autor hacia esa RTVE sanchista extendiendo crítica también hacia parte sector mediático considera entregado poder actual. Ventoso no discute necesidad informar sobre denuncias graves; denuncia selección interesada objetivos mostrando desequilibrio tratamiento utilizado personaje fallecido compensar desgaste vivos.

Último fragmento literal resume diagnóstico inequívoco:

«No son periodistas. Son mercenarios partido político dispuestos destrozar memoria persona ya no puede defenderse si ello sirve ocultar eclosión abusos dentro PSOE. Qué miseria moral. Qué chusma».

En esta frase condensan núcleo glosa:

  • “No son periodistas”: negación frontal condición profesional aquellos actúan según él simplemente actuando como correa transmisión Gobierno actual.
  • “Mercenarios partido político”: acusación trabajando no audiencia sino supervivencia sigla concreta.
  • Aludiendo término «luz gas» referirse abusos PSOE: utilización caso mediáticamente explosivo aunque jurídicamente muerto relativizando confundir situaciones actuales afectan estructura poder socialista.
  • Finalmente palabras “miseria moral” junto “chusma”: cierre desborda análisis técnico adentrándose plenamente terreno juicio ético.

Detrás esta diatriba palpita algo mayor simplemente disputa coyuntural respecto caso abusos específicos: percepción consolidación alianza entre poder político aparato mediático público formando especie “Brunete Pedrete”, donde enchufes palanganeros tertulianos orgánicos convierten información herramienta combate partidario realidades actuales contrastan fuertemente Luis Ventoso sitúa memoria histórica figura Adolfo Suárez última víctima colateral repugnante seudoperiodismo incapaz entender límites pudor cuando toca proteger régimen vigente.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído