Ya decíamos que de Wall Street dependía que los zarpazos de los bajistas no se implantaran en los mercados. Y la prueba se ha superado. Tanto el Dow Jones como el S&P 500 mantenían al cierre sus soportes (10.000 y 1.052 puntos respectivamente) y los inversores respiraban tranquilos. Este contexto sirve para que Bolságora mantenga abiertas todas sus posiciones de estrategias sobre índices. A la espera, otra vez más, de lo que haga Japón.
Si la semana pasada fue Japón la que una y otra vez daba esperanzas a los alcistas, ahora es Wall Street el mercado en el que todo inversor ha de fijarse.
Lee el artículo completo en www.eleconomista.es