El portavoz adjunto del Gobierno de Murcia, Miguel Angel Pérez, ha asegurado que la agresión que ha sufrido el consejero de Cultura y Turismo de la región, Pedro Alberto Cruz, en la tarde del sábado responde a «la frustración irracional y al clima de tensión promovido por la izquierda recalcitrante, que ha mostrado su verdadera cara y su estrategia de manipulación».
En un comunicado, Pérez condena la agresión y pide responsabilidades para que los agresores no queden impunes. «¿Es victimismo cuando agreden dos veces a la familia del presidente, se envían correos electrónicos amenazantes y se agrede brutalmente a un consejero?», ha preguntado el portavoz a la candidata socialista que ha encabezado alguna de las manifestaciones, Begoña García Retegui.
Según Pérez, Retegui y los portavoces del PSOE en la región no merecen estar en política, ya que la agresión que estos acontecimientos han contado con «la permisividad de quienes no han tomado medidas suficientes para proteger al presidente, su familia, y al resto de miembros del Ejecutivo murciano desde el momento en que se produjo la primera manifestación ilegal».
A su juicio, la «brutal» agresión que ha sufrido el consejero de Cultura no es fruto de las últimas medidas que ha tenido que adoptar el Gobierno regional para que el Gobierno central, del mismo partido que la candidata socialista, autorice el endeudamiento, sino de «la impotencia y el odio que genera en la izquierda su ostracismo político y el resultado de las encuestas en la región».
Por este motivo, ha pedido «una seria reflexión» a quienes se han dedicado a tirar huevos y ha convocar y promover persecuciones a los consejeros y altos cargos del Gobierno regional, porque «sembrando ese tipo de actitudes se recogen luego estas reacciones».
«Desde que el Gobierno regional se vio obligado a adoptar estas medidas se ha producido una campaña manipuladora, cargada de mentiras a través de Internet que, con nula credibilidad, se ha cebado con el consejero de Cultura murciano, que dirige una de las consejerías más austeras y con menos presupuesto de España», ha asegurado el responsable autonómico.
Pérez ha asegurado que se trata de un hecho de «extrema gravedad», que sucede a una serie de acontecimientos cargados de «tensión, agresiones, mentiras e insultos», ya que la mayoría de los correos electrónicos iban dirigidos «al ataque personal, con información falsa, calumnias y manipulación que permite la red, y ante la que hay escaso margen legal para actuar, más que el de denuncia pública».
