El escándalo alcanza cotas inimaginables.
Según publica este 25 de noviembre de 2024 el periódico ‘ABC‘, Presidencia del Gobierno está detrás de la filtración de los datos confidenciales del novio de Isabel Díaz Ayuso, hecho que está investigando el Tribunal Supremo y que llevó a la imputación de Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado.
Una notaría céntrica de Madrid tiene en su poder las pruebas desde el inicio del mes de noviembre de 2024 y deja bien a las claras que la operación de gestó y se gestionó directamente desde el Palacio de La Moncloa.
¿Y quién fue la ‘cerebro’ de la filtración? Pues todo apunta a Pilar Sánchez Acera (PSOE), que era la jefe de Óscar López, a la sazón en ese momento director de gabinete de Pedro Sánchez.
Lo curioso del caso es que meses después de producirse esa filtración, en marzo de 2024, el jefe del Ejecutivo socialcomunista nombró a López ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, llevándose este consigo a la propia Pilar Sánchez Acera.
El correo electrónico del abogado de Alberto González Amador salió de la Fiscalía el 13 de marzo de 2024 y fue a parar directamente a la sede del Gobierno de España, donde diseñaron una estrategia que pasaba por que fuera Juan Lobato, portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, quien lo mostrara en la cámara madrileña la mañana del 14 de marzo de 2024, cuando se conocía el contenido de la comunicación abogado-fiscal -sujeta a secreto- pero no se había reproducido el documento.
Con lo que el Ejecutivo sanchista no contaba era con el hecho de que el líder del PSOE en la Comunidad de Madrid se opuso a ser quien sacara el documento de marras y entonces a los ‘genios’ de La Moncloa no le quedó más remedio que cambiar de estrategia.
Tanto es así que se acabó por darle el soplo a determinados medios de comunicación y dar permiso para que se conociera la confesión de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Pilar Sánchez Acera le envió vía teléfono móvil al diputado socialista en la Asamblea de Madrid el documento en cuestión y una fotografía de la confesión remitida por el abogado de González Amador al fiscal del caso.
El propio Juan Lobato llevó hasta la notaría esa información para que quedase constancia. Se trata de varias capturas de WhatsApp con la mano derecha de Óscar López que se corresponden con una conversación del 14 de marzo de 2024.
De hecho, Lobato también apuntó que la reacción de Moncloa no fue la más comprensiva.
Cuando conocieron su negativa, la propia Sánchez Acera le advirtió de que pasaría esos datos a la directora de ‘El Plural’, a Angélica Rubio. Curiosamente, el entreguismo de esta periodista, la misma que sacó el bulo de que el juez Peinado tenía dos DNI, ha conseguido un puestazo en el Consejo de Administración de RTVE.
